Líder por un día

0
Por Juan Felipe Molano

El tiempo corre sin parar, nos parece que el día no termina, sin embargo, al llegar la noche decimos, cómo pudo ocurrir que el tiempo no nos alcanzó para varias tareas pendientes, para ayudar al amigo, para hacer una visita, entre otras. No obstante, cada minuto que pasa es uno menos en nuestro paso por la vida, entonces, debemos comprender que en cualquier acción que tomamos siempre el bien al otro es importante y logar cuando ponemos la cabeza sobre la almohada, una tranquilidad interior que nos permite sin titubeos considerar que podemos dejar este mundo sin ataduras y sin amarguras, sin odios y sin prepotencia.

Hoy pensando en la navidad, he decidido compartirles un escrito que he adecuado a nuestros tiempos, donde afloran liderazgos valiosos y otros no tantos, tal vez estos últimos, por que se pierden en la mamerteria, en el inconformismo absolutista sin capacidad de proponer, y cuando logran un espacio de poder se engolosinan y no asimilan lo que otros han logrado a paso de las buenas costumbres y buenos modales.

“A Diocelina desde muy pequeña le gustaba mandar y que la siguieran sin importar el modo de dar órdenes, por lo que sus amiguitos la llamaban, la Bravucona” y por lo tanto no les gustaba jugar mucho con ella.

Sin embargo, llego el día de un festival de la comunidad, y para ejercer como líder debían primero pasar tres pruebas, y quien ganara tendría la oportunidad de dar tres órdenes; así fue que entonces Diocelina que se había preparado tanto para este evento, encontró las tres palabras dibujadas en el fondo de una pila. La primera palabra esta muy visible, y decía amigos; las dos siguientes estaban un poco más confusas, le costó algo más de tiempo para descubrirlas y decían, generosidad y respeto, así que ya tenia las tres palabras y entonces se convertiría en la líder por un día.

Todos sus amiguitos se pusieron muy felices y empezaron a felicitarla, lo que la puso muy nerviosa, histérica y a gritos mandó callar a todos.

Al unísono se callaron, pero entendieron que Diocelina ya había dado la primera orden, lo que mas ofusco a ésta, pues ya había gastado una oportunidad sin pensarlo.

Mientras Diocelina organizaba sus ideas confusas para dar una segunda y tercera orden, sus amiguitos se acercaron tanto a ella y la pisaron, entonces se enfado tanto que les grito – apártense-.

Ya sabían todos que había dado la segunda orden, y Diocelina angustiada y furibunda sabía que no había logrado dar una sola orden que beneficiara a la comunidad, que en esencia era el juego, estaba perdiendo el tiempo y su nueva versión de verdadera líder.

Solo le quedaba una orden que dar, y  se le ocurrió a Maria sugerirle que estaban cansados de su grosería, lo que colmo la paciencia de Diocelina y le grito “déjenme sola”- por lo tanto, habían entendido que ya estaba dada la tercera orden, abandonando el juego.

Diocelina se quedó sola y recostada sobre sus rodillas, pensando que nada había cambiado para la comunidad, que su liderazgo era débil y sin empatía”.

Moraleja, esto puede estar pasando de nuevo en el Huila, todo a cargo de quienes se atraviesan a cualquier aspiración de personas que no cuenten con su aval, eso paso con Ernesto Macias quien cerro el paso a los Huilenses sin dejar una sola obra pública magna en los gobiernos del uribismo, ahora ya restan 43 meses de gobierno Petro y no vemos a los alfiles de la campaña empoderados, vemos cosas muy distintas a la lógica política.

Otras noticias de esta sección Más del autor

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.