El cambio climático, a toda prisa

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Por María Alejandra Manrique

En pocas semanas resonaran las campanas, habrá fiesta en el mundo entero ante la llegada de un nuevo año, habrá esperanzas e ilusiones en la vida de muchos de nosotros. Y claro que es válido para el ser humano soñar; así ha sido desde tiempo atrás. Sin embargo, algo me ha estado cuestionando en los últimos días, y es la individualidad que permea los entornos, que no nos permite ver lo que se avecina para aquellos que vienen atrás, esas generaciones también llenas de sueños y anhelos. El 2023 se transformó en el año más cálido registrado en el planeta tierra.

“Estamos viviendo el colapso climático en tiempo real, y el impacto es devastador. Este año, comunidades de todo el mundo han sido azotadas por incendios, inundaciones y temperaturas abrasadoras”, señalo Antonio Gutérres, secretario general de la ONU en un mensaje difundido y coincidiendo con la presentación del informe provisional sobre el estado del clima de 2023 que realiza la Organización Meteorológica Mundial.

El fenómeno del niño acentuó la crisis climática que estamos viviendo, el aumento en las concentraciones de gases de efecto invernadero y la poca voluntad de reducir la huella de carbono, nos está llevando a la catástrofe. Sumado a esto la nula respuesta de los gobiernos por crear conciencia ante lo que estamos viviendo, configuran un panorama oscuro que me hace sentir poco optimista hacia soluciones en tiempo real.

El plazo se está acabando para poner en práctica la Agenda 2030, y es que la ciencia en su informe anual envía un mensaje claro: “el planeta está muy lejos de cumplir los objetivos de desarrollo sostenible; esta situación socava las iniciativas mundiales encaminadas a combatir el hambre, la pobreza y los problemas de salud, mejorar el acceso al agua limpia y la energía no contaminante, y abordar muchos otros aspectos del desarrollo sostenible”. Es muy lamentable escuchar las últimas declaraciones dada por los expertos, la falta de acción por parte de los Estados continúa siendo el común denominador.

No cabe duda que ninguna persona ni economía en el planeta esta salvo del cambio climático. Aunque se ha hecho una visibilidad de la problemática, aún persiste un desconocimiento arraigado sobre todo en las viejas generaciones todavía escépticas e incrédulas frente a las consecuencias de este fenómeno.  La mayoría de los niños, niñas y jóvenes dicen que han oído hablar del cambio climático, pero solo la mitad entiende lo que significa este concepto, según una nueva encuesta de UNICEF realizada paralelamente a la reunión del COP28 realizada en Dubái.

2024 está a la vuelta de la esquina, el mundo nos pide a gritos un cambio, una mayor concientización de lo que se avecina, no existe una única solución para el cambio climático y se hace necesario una actuación integrada; en nosotros esta salvar el planeta desde acciones pequeñas que puedan hacer la diferencia. Si aún no le queda claro que estamos en el colapso, lo invito a indagar, a cuestionarse, pero sobre todo a comprometerse en identificar una visión más amplia del mundo que pueda servir de esperanza para frenar la tragedia ambiental que nos llevará probablemente a la extinción.

Elaborado por: María Alejandra Manrique Salazar
Politóloga e internacionalista

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