En campaña el Dr. Gustavo Petro, nos mostro un lenguaje de respeto por la democracia participativa y representativa en todos sus órdenes, su discurso en defensa de la autonomía ciudadana y gremial, pero además quedó demostrado en su paso por la alcaldía de Bogotá, que pese a tomar algunas decisiones de gobierno siempre encontró argumentos contrarios a su pensar, y propiamente salidos de la teoría de los pesos y contra pesos y siempre los acató, así tuviera que hacer berrinches, pero de allí no paso; hoy como presidente también ha sufrido algunos reveses como por ejemplo la decisión del consejo estado de impedirle asumir de manera directa las funciones de los servicios públicos, precisamente para evitar lo que yo llamaría un autogolpe funcional, sin embargo lo atendió y procedió con los mecanismos jurídicos para demostrar sus razones, y no pasó de hacer comunicados inofensivos para la institucionalidad del estado.
Ahora estamos por decidir la gerencia de la empresa insigne de los colombianos, denominada FEDERACION NACIONAL DE CAFETEROS, una empresa privada de carácter gremial pero que administra recursos parafiscales de carácter público, lo que hace importantísimo que el nuevo gerente deba contar con la confianza del gobierno y tener línea directa con el presidente de los colombianos.
Cosa muy distinta es que se entrometa el poder del gobierno para boicotear dicha designación, incluso se especula que intentaron cambiar el primer filtro de siete escogidos con el argumento peregrino de la paridad de género, sin embargo, el gremio siguió adelante y ahora estando conformada la terna, siendo imposible imponer la figura de la paridad y sin saber si se carga a favor de hombres o mujeres, entonces están enviando una especie de mensaje de inconveniencia respecto de las personas ternadas, para con ello arrinconar al gremio y modificar la terna y colocar el que si les representa como gobierno más no el que representa a las 450 mil familias cafeteras agremiadas.
Es posible que existan buenas intenciones del gobierno para modificar algunos asuntos de esta federación que siendo de miles de colombianos, siendo patrimonio nuestro, pues durante décadas ha sido administrada con intereses propios, ha estado al servicio de unas pocas familias muy adineradas que incluso se han valido para educar a sus hijos con nuestros recursos, se han transferido los cargos y los contratos como si se tratara de una herencia o legado, hoy sigue pagando la deuda de la flota gran colombiana, no obstante pedimos que “Petro no se meta” a imponer su criterio, deje en libertad al gremio (compuesto por 90 delegados, 6 cafeteros representantes de cada uno de los 15 comités departamentales), que luego de esta elección directa y pura, exija resultados y haga control y vigilancia a través de sus cuatro delegados, como por ejemplo revisar el sueldo exagerado del gerente que esta por los 105 millones de pesos mensuales, mientras el salario mínimo es 104 veces inferior, donde el grueso de los caficultores son familias pobres con menos de 5 has, estando en el régimen subsidiado sin posibilidad de una pensión que el gremio les pude proveer y permitir el tránsito generacional en el campo, pues hoy el caficultor más rico en Colombia es JUAN VALDEZ, si, esa marca, no es una persona, que vende en 445 tiendas a nivel mundial, de las cuales 313 están en Colombia y 132 en otros 13 países.
Hoy Petro ha perdido su pulso con los agremiados, la terna le envía el mensaje de autonomía, un mensaje que supera las bases de las ideologías políticas, procuran el fortalecimiento permanente de la empresa así los ternados todos no pertenezcan al pacto histórico, Colombia humana u otros partidos afines al gobierno, más bien Morelli y Pardo son militantes de sus archienemigos Uribe, Santos y Duque, y quien menos resistencia puede dar es nuestro huilense German, pues su recorrido laboral esta en un 90 % en el sector privado y le sumamos que a diferencia de los otros dos competidores, es nacido, criado y con negocios en café desde la producción hasta la comercialización, siendo un cafetero genuino de tercera generación, en la tierra hoy de mayor producción del grano y de calidad, su educación superior es totalmente afín con el gremio pues es ingeniero de producción agroindustrial y con experiencia en mercadeo estratégico, dos aspectos inigualables para ejercer con eficacia el cargo.
Un gerente de la Federación nombrado a “dedazo” por el Gobierno sería algo muy nocivo para la organización cafetera y para el propio Gobierno.
