Los peligros del “gota a gota” digital

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«He recibido amenazas de muerte y toda clase de acoso», es lo que una víctima de fraude «gota a gota» recuerda después de haber solicitado un crédito a través de una aplicación móvil.
Aplicaciones como ParcheCash, Profin, Credisi, PezDinero, entre otras, son a diario reportadas por uso indebido de datos y en otras ocasiones por suplantación de identidad.

Especial/24-7Semanario

Fotos, videos, contactos y datos personales pueden ser exhibidos o reenviados a cientos de contactos cuando las personas son víctimas de un delito que hace curso en Colombia y que se presenta a diario; de hecho, el riesgo puede extenderse a familiares, amigos y compañeros de trabajo.

Los préstamos «gota a gota» son un esquema de crédito delincuencial con prácticas de cobro agresivo y extorsión, el cual se ha expandido por todo el país a través del uso de aplicaciones móviles fraudulentas.

El nombre de este tipo de préstamos se debe a pagos chiquitos que se realizan de manera diaria o semanal con un mecanismo de altos cobros de interés.

Fenómeno en alza

Aplicaciones como ParcheCash, Profin, Credisi, PezDinero, EastBay, PopCash, entre otras, son a diario reportadas por uso indebido de datos y en otras ocasiones por suplantación de identidad.

Antes de la pandemia, los préstamos «gota a gota» se ofrecían de manera presencial; sin embargo, el esquema de préstamos saltó a las aplicaciones digitales, lo que agudizó el riesgo de que cualquier persona sufra amenazas, violencia y extorsiones si llegan a incurrir en un atraso de pago.

En Colombia, los prestamistas se ajustaron a la era digital y ahora cobran por medio de una aplicación móvil.

El llamado “gota a gota”, no es un fenómeno nuevo, sin embargo, dio el salto a las plataformas digitales.

Y es que la práctica del préstamo sencillo, sin necesidad de acudir a los engorrosos trámites bancarios, tiene su origen en la ciudad de Medellín en los años noventa con el auge del narcotráfico y con el paso del tiempo se extendió a todo el país, y tiene como una característica el pago de altos intereses o incluso que, si la persona no cancela el crédito o los intereses, la amenazan, intimidan o atentan contra su integridad.

La tasa que se cobra promedio que se cobra con el gota a gota está entre un 10 y un 20% por mes o incluso superior a este tope. Así las cosas, la tasa de interés recaudada en el crédito pagadiario está alrededor del 240% anual. Esta tasa se ubica muy por encima de la usura, que es del 28,58%, es decir que pueden llegar a cobrar hasta 10 veces más de lo que está permitido por ley.

En principio, prestar dinero no es un delito. La violación a la ley se da cuando se capta dinero en forma ilegal, y en el caso de muchos de estos préstamos de acuerdo con las autoridades se ofrecen en ocasiones con dineros provenientes del narcotráfico o de otros negocios ilícitos.

Aunque este tipo de práctica delictiva es antigua, de este modus operandi se tiene conocimiento desde inicios del 2019. La facilidad de acceso e interacción con los clientes que esas aplicaciones permiten explicar el aumento del fenómeno de la usura.

Por medio de la descarga e implementación de esta aplicación, los cobradores ya no se deben trasladar a las casas a cobrar; en Colombia, como en otros lugares de Latinoamérica, esta app les permite cobrar de forma rápida y llevar el control de sus víctimas. De igual forma, le crean un perfil al cliente, localizan su ubicación y tienen la información de los pagos del día, nuevos pagos, intereses y el estado del préstamo.

Solicitar un crédito a través de internet y sin necesidad de entidades bancarias es muy sencillo. Solo con buscar en Google o redes sociales ofrecen dinero y con requisitos muy sencillos, solo con la cédula y unos datos básicos. Mientras hay algunos sitios que parecen confiables, con recomendaciones en los comentarios de las publicaciones y que incluso, prestan dinero con un bajo interés; otros, sin embargo, tiene comentarios negativos de los usuarios y tasas de interés que superan el nivel de usura.

Dentro de la gama de denuncias que tienen las autoridades es que dichas aplicaciones al descargarlas roban información o hackean los celulares.

“En otros casos los supuestos prestamistas envían un enlace por WhatsApp, que direccionan a páginas donde roban la información personal de los celulares” dijo una fuente anónima de las autoridades que investiga precisamente delitos informáticos.

“Una de las víctimas, quien iba a solicitar un crédito urgente, y además sigue recibiendo amenazas de los delincuentes, contó que ingresó a un enlace y posteriormente, tuvieron acceso a su teléfono y clonaron toda su información. Contactos, fotos y datos personales de las aplicaciones que tenía descargadas; además, a sus contactos les enviaron mensajes para manipularlos o para tratar de sacarles dinero”.

Otros ciudadanos, han manifestado que han recibido amenazas e intimidaciones por parte de empresas que ofrecen préstamos a través de plataformas digitales. En un principio, estas se muestran «amigas» de quien lo necesita y ante la necesidad, terminan por aceptar las condiciones que ellos imponen.

Se pueden solicitar préstamos desde $50.000 hasta 1’000.000 de pesos. Sin embargo, lo que los usuarios no saben es que estas empresas les dan tratamiento indebido a los datos personales.

Créditos con cifras pequeñas

El ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, aseguró que, para combatir este flagelo, el Gobierno Nacional presentó al Congreso un Proyecto de Ley para impulsar los créditos de bajo monto con el respaldo del Estado, se trataría entonces de créditos con cifras pequeñas e intereses que se ajusten al bolsillo de los ciudadanos que los necesitan.

La recomendación que entregan las autoridades es que nunca haga negocios con prestamistas, no descargue aplicaciones si desconoce el origen, no habrá links que le envían por redes sociales y siempre, antes de aceptar un préstamo, verifique si esa entidad está regulada por la Superintendencia Financiera y cobijada por Fogafín.

Denuncias de los usuarios

«Yo vi una publicación en Facebook que realizaban préstamos y me contacté con PROFIN, envié la solicitud por $120.000, al final consignaron $70.000 y los $50.000 restantes desaparecieron. Tenía una necesidad y en ese momento me dijeron que tenía tres meses para cancelar. Para sorpresa de muchos, antes de los 7 días empiezan a escribirle a uno al teléfono. De no realizar la cancelación, se comunicaban con las referencias», afirmó una mujer a la que llamaremos ‘Marta’.

«Yo hice un crédito a través de PezCrédito por $520.000 pesos. Inicialmente yo bajé la app desde PlayStore y le di los permisos que necesitaba. Se demoraron dos días para el desembolso y me dijeron que el plazo era de 90 días, y en 7 días empezaron a llamarme. También me aprobaron otro crédito sin solicitarlo», afirmó Víctor.

«También solicité un crédito por PROFIN y la publicidad es engañosa. Yo iba por 1’200.000 y cuando el crédito se le vence y uno necesita asesoría no le contestan el teléfono contó ‘Óscar’.

Otro usuario afectado con este tipo de aplicaciones manifestó que, en Facebook, le salió la publicidad de una aplicación que prometía crédito fácil: Loco Cash, se llamaba. Estas aplicaciones cambian de nombre constantemente.

“Descargué la aplicación, miré las calificaciones, bastante altas (después supe que son los mismos administradores de las apps los que ponen la calificación) y pedí un préstamo de $120.000. La publicidad decía que era un trámite sin papeleo. Así fue. A las dos horas llegó a mi cuenta bancaria parte del dinero, $90.0000. Nunca me explicaron que descontaban una parte del préstamo para supuestamente pagar el servicio de la app. Como necesitaba $1.000.000, en otra aplicación que permitía montos mayores pedí otro préstamo de $720.000. Pidieron una foto y datos sencillos: dirección, a qué me dedico, el monto de los ingresos. Me sucedió lo mismo: aunque pedí $720.000, me consignaron solo $480.000”.

Los expertos en el tema

Una experta en el tema reiteró que, cada vez es son más frecuentes estos tipos de créditos sin necesidad de acudir al banco, solamente en cuestión de minutos a través de aplicativos móviles.

«Se requiere mayor atención para saber quién le presta y cuánto es que va a terminar pagando. Esta es una denuncia muy sencilla que se puede hacer ante la Superintendencia y en el cobro de los intereses se camuflan unas trampas terribles», comentó María Carolina Corcione, exsuperintendente delegada para la Protección del Consumidor de la SIC.

Esta es una economía criminal tan lucrativa y jugosa para los narcotraficantes, que ahora lo hacen con recordatorios por aplicación y reciben los pagos en línea. Se trata de un avance tecnológico al servicio del crimen y muestra que las autoridades no han hecho nada para detenerlo. Es una mafia que no para de crecer.

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