La izquierda …. se me trabo

0
Por Juan Felipe Molano

Se nos trabo el cambio, se nos trabo la lengua, se nos trabo una espina, se nos trabo el muchacho, se nos trabo la tecla, se nos trabo el celular, se nos trabo la caja (del carro y de dientes), solemos decir se me trabo lo que iba a decir, en fin, viven trabados.

Hoy muy común ver por las calles adultos y jóvenes trabados por los efectos de las drogas y medicamentos que les da placer y alucinación, y ello es posible porque los políticos hoy día son más liberados en el pensamiento, más progres, velan por el libre desarrollo de la personalidad, saben más de los derechos que tienen, que de los deberes que no cumplen, confundiendo los derechos ajenos al propio, invadiendo espacios  sin sonrojarse y sin tener que esconderse y huir de las autoridades, y unos padres de familia que de las últimas generaciones ven normal este comportamiento y se acomodan al dicho que si no le hacen daño a otros que sean felices y que son personas de bien, así, actúen trabados en la casa, en la escuela, en la universidad, en el trabajo y pero aún con la mente en la estratosfera haciendo las leyes que nos rigen también a los que por convicción, educación, oportunidades y compromiso con la vida no lo hacemos, peor que entonces hoy somos los anticuados y tradicionalistas.

Estamos actualmente en manos de congresistas como Susana Gómez (autodenominada boreal – debe ser porque vive en el ártico), casos como el embajador de Colombia en México, pero también los ha habido en todos los gobiernos, y también parece darse en los recintos legislativos del Huila (asamblea y concejos), consumidores de drogas, que a veces los vemos desencajados, furibundos, echan candela en sus palabras, expulsan odios y resentimientos, se creen la verdad revelada, se autodenominan seres históricos (más bien histeric@s), otros me dicen  que eso es parte del efecto del deterioro cerebral, que ven una realidad distinta a la que vemos todos, que como dijo la afamada reina antioqueña en 2008, “Yo creo que el hombre se complementa al hombre, mujer con mujer, hombre con hombre y también mujer a hombre, del mismo modo y en el sentido contrario” .

Los que esperamos un cambio sabíamos que no iba a ser fácil para cambiar décadas de malos gobiernos y  decisiones que día a día asfixiaban a los colombianos, pero jamás esperamos que vinera del mismo cambio, que se nos trabaran los papeles y los roles, como por ejemplo, los líos de Nicolas Petro con dineros de mafiosos, los líos de Fernando Petro con ofrecimiento y compromiso con narcotraficantes, los líos de la hermana de Verónica Alcocer  por lavado de activos en estados unidos, la no persecución y destrucción de cultivos ilícitos, la desnaturalización del propósito de las fuerzas armadas de Colombia, el crecimiento de las áreas de acción de guerrilleros y narcos, la posible excarcelación de delincuentes en busca de una paz total, la degradación de conductas que hoy soy delitos para que no sean penalizables,  el aumento del precio de la gasolina sin límites,  nombramientos en la diplomacia sin ningún rigor, y hasta ahora nadie dijo nada, antes marchaban por los altos índices del costo de vida, porque si o porque no, hoy parece que eso era vivir sabroso.          

Tenemos escándalos de los que ninguno de sus aliados y cercanos apoyos que buscaron el poder para poder acabar esos comportamientos non santos opinan, están calladitos, o miedosos de perder el hilo conductor con casa de Nariño o sienten vergüenza y lo hacen en círculos privados para no ser descubiertos, y saben cómo todos los colombianos, que en las elecciones regionales el propósito no será alcanzado, que el más alto porcentaje de gobernaciones, alcaldías, concejales y diputados estarán de nuevo en manos de los partidos tradicionales o alianzas con candidatos de opinión, pero que saben  trabajar con todos los sectores, siempre sin romper las reglas y lo más valioso la confianza por lo que se ofrece en campaña y lo que se hace en el poder, o sino como ya se cocina a pasos agigantados, una fisura tan grande quizás más que el último terremoto de Turquía, que el gobierno pierde terreno ante su electorado, ante la misma izquierda y la coalición y el circulo más amplio del presidente, sin embargo esta columna se fundamenta en el respeto por la dignidad presidencial, es decir, los actos delincuenciales son personales y hasta ahora no del jefe de estado, y ninguno ha sido condenado, como dijo el propio Petro al contestarle a Bukele “Estimado presidente Nayib, todo bien en mi casa. Aquí existe la presunción de inocencia, principio universal”, lástima que no lo entiendan sus seguidores frente a sus pares, por lo menos en Neiva se destrozan.

PD. No es digno y mortifica en el silencio de la noche cuando se esta completamente solo, no opinar, no tomar partido, no dejar constancias, no alejarse de lo impropio o incorrecto, no se llama incoherencia, no se llama deslealtad.

Otras noticias de esta sección Más del autor

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.