Haciendo un recorrido por varios lugares del departamento me he encontrado con esta frase que hoy titula mi columna, donde varios niños y jóvenes expresan su interés por ser felices, y saben que gran parte de su felicidad pasa por las manos de los políticos que dirigen los destinos de su ciudad.
Sin embargo, poco saben de los vericuetos del ejercicio político, ven con sus ojos de limpieza y su corazón de algodón, pero es ahí donde entro a contarles cierta parte de la historia para que ellos se formen un mundo ideal, pero sobre razones reales y se dispongan a transformar con su voto ese futuro que les pertenece.
Es así, que también esta columna va dirigida a los antiguos del quehacer político de la región y de los electores, que también estos últimos, tienen el deber de reflexionar y apuntar en la misma dirección de los jóvenes.
Entonces, me pregunto si no sabemos hacerles un mejor mundo, y me sobresalto y digo, eso es posible, por lo pronto es regar como bola de nieve por campos y ciudades que los nuevos dirigentes, alcaldes y gobernador, no deben ser parte de un origen fruto de acuerdos y componendas, antes en finos clubes y con wiski en las rocas al estilo de la rancia derecha, ahora en un parque, en las calles, en un parquero, en un solar, en un basurero con un vaso de agua en las manos, al estilo de la actual izquierda, pero ambas sobre el mismo pecado, construir desde la comodidad de una mesa candidaturas para ponerlas al estrado electoral y este decida como borregos; sin embargo, hoy nos queda claro que no vemos ningún cambio en la forma de dirigir, que hoy la izquierda en la regiones que tiene sed de poder pero que el gobierno nacional le da las espaldas, se pelea la misma burocracia y los recursos públicos que odiaban de sus contradictores, y finalizan vendiendo el alma si es necesario para hacer una nueva repartija, es decir, todo ha cambiado pero todo sigue igual.
Por lo anterior estos niños deben estar seguros que el voto de sus mayores cada día es más culto, y que está variando día a día, que nada en política se escribe con punto final como en las escrituras sagradas, que nada es verdad guardada, aquí todo puede pasar, aquí ninguno está seguro de ganar, vendrán sorpresas, pues la fuerza social se empoderara en los próximos meses cuando el dinero ya no alcance y el hambre apremie.
Pd. Invito, porque es imprescindible que los campesinos y agricultores, como los empresarios del departamento, organicemos unas buenas listas a concejos y asamblea conformadas con sus mejores representantes y hagamos las mayorías para transformar al Huila de totuma en mano, a un Huila que genere riqueza y sea dadivoso con sus ciudadanos.
