El fetiche del emprendimiento
No cabe duda que nos encontramos en la era del emprendimiento, es usual ver en redes sociales, en páginas web, en diferentes anuncios publicitarios impresos la palabra “emprender”.
El positivismo ya tan arraigado en nuestros días, donde se anima constantemente a generar ideas, a realizar proyectos cargados de innovación, ha tenido una acogida relevante sobre todo en los jóvenes que buscan esto como alternativas al desempleo, un cambio de los paradigmas tradicionales de una vida laboral monótona y el instinto de consagrarse como grandes empresarios capaces de cotizar en las más grandes bolsas de valores.
Todo ello ha hecho que se dispare este fenómeno que se puede denominar “la moda del emprendimiento”
El emprendimiento se ha convertido en una especie de fetichismo para muchos, pues la simple idea de tener un negocio propio atrae a cualquiera. Hay quienes piensan que el emprendimiento es sencillo, pero lo cierto es que las enormes cantidades de trabajo que hay detrás dicen todo lo contrario.
Existe la falsa creencia de que el emprendimiento puede ser tan sencillo como tener una buena idea, contratar a una serie de personas que se encarguen de ponerla en práctica, y listo. Los emprendedores se tienen que enfrentar a grandes retos, uno de ellos el de tener personal dedicado y disciplinando.
La autonomía es otra de las características de los emprendedores, hay personas que sencillamente no son capaces de asumir las tareas propias del proyecto o decidir que tienen que hacer para que prospere, haciendo más demorado el proceso. Si eres un líder autónomo serás capaz de alcanzar los objetivos a largo plazo.
Otros de los factores es el estrés que se genera al emprender. El miedo a que no se pueda cumplir ese servicio es enorme, lo que genera un estrés demasiado elevado que puede ser sumamente negativo en la ejecución del proyecto.
Dentro de las características para emprender creería que la mas importante es la inversión y lo que se inyecte para llevar a cabo el emprendimiento; no solo se invierte en dinero, sino que también en tiempo y posicionamiento de marca, esta última tiene suma relevancia sobre todo en los países latinoamericanos donde se centra tanto en el fracaso como en el éxito.
El emprendedor se arriesga en muchos sentidos a perder su dinero, su tiempo y su espacio. En cualquier caso que se presente lo importante aquí es entender que todo emprendedor se enfrenta a riegos reales como la pérdida[MAMS1] de su dinero, su tiempo e incluso su status. En cuanto al conocimiento este es uno de los pilares fundamentales, la creatividad es relevante en los emprendimientos.
La originalidad es otro de valores característicos que debe tener el emprendedor, sin ello es casi que imposible lograr el éxito. Hay que ser claro y ver la realidad tal y como es el emprendimiento no es para todo el mundo y quien crea que si lo es puede pasar incluso por ser demasiado optimista. Debe saber que siempre van a existir infinidad de riesgos.
Pero con todo ello no quiero desanimar a quienes están motivados en emprender, sino esclarecer y evidenciar la verdadera cara de la moneda; y que puedan reconocer el compromiso y las caídas necesarias que se encuentran en el camino hacia el éxito.