¿Y sí cambiamos los paradigmas?

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Por María Alejandra Manrique

Esta semana mientras leía las noticias como diariamente lo suelo hacer, hubo un tema que quedo retumbado en mi mente; pese a que había leídos sobre otros temas muy interesantes.

El feminicidio y con ello los casos consecutivos de mujeres asesinadas, golpeadas y vulneradas con cualquier tipo violencia durante las últimas semanas me conmovió bastante. Pasaba de portal en portal y veía más y más noticias, por ejemplo, el caso de la médica golpeada por su pareja sentimental en Bucaramanga, por otro lado, en Bogotá el dia en que se festejan las velitas, una mujer fue asesinada brutalmente al ser atropellada por su esposo mientras ella impedía que se llevara a tu pequeña hija de 4 años. 

Entre tanto en el Departamento de Sucre las alarmas de prendieron al registrarse 6 casos consecutivos de femicidios. Y estoy segura de que sí continuaba leyendo respecto al tema tristemente encontraría muchos más casos.

No cabe duda que en Colombia las cifras de este flagelo van en aumento. Frente a la atención de casos de mujeres, siempre se encuentra más de una forma de violencia, y por lo menos en un 40% de estos se encuentran todas las formas de violencia. El feminicidio no es un fenómeno reciente, sino que se ha venido dando a lo largo de la historia, sin lugar a duda no importa el color de piel, la edad, la condición social, miles de mujeres son víctimas por su condición de ser mujer o también por motivos de su identidad de género, la cual se desarrolla por diferentes aspectos, puede ser, física, verbal, psicológica, económica, patrimonial.

Con el actuar que con ello se traduce en denunciar estos hechos claros de violencia ya sea verbal, psicológica, sexual, física o patrimonial se empezara a romper estos círculos de violencia. Pero también es cierto que las mujeres más allá de fortalecer su ejercicio de denuncia y la activación de los canales institucionales deben tomar conciencia sobre el derecho fundamental a vivir una vida libre de violencias.

Otro aspecto fundamental en la lucha por combatir cualquier tipo de violencia a la mujer, es el rol del Estado colombiano que se hace imprescindible sobre todo en hacer seguimiento continuo tanto en calidad como tiempo en todos y cada uno de los casos de feminicidios que se presentan en nuestro territorio, se debe incentivar y promover el tener barreras de acceso a rutas de atención y justicia.

No cabe duda que estamos inmersos en una sociedad machista en Colombia y en general en América Latina, aún existen pensamientos en el cual los hombres dominan todas las esferas, no se trata de un tema de feminismo, se trata de entender que la mujer y el hombres son seres que se complementan cada uno desde su género; se trata también de romper paradigmas socioculturales y cambiar las dinámicas sociales actuales que fomenten el valor de la mujer y su importancia en todas y cada una de las esferas dentro de una comunidad.

Como mujer que soy, y como muchas que anhelamos ver un país donde los índices de feminicidios bajen sustancialmente, esperamos que, con este cambio generacional, todas las mujeres seamos vistas desde la aceptación, la igualdad y la autonomía, siendo sujetos de absoluto respeto.

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