América Latina continúa siendo una región con altas brechas de desigualdad; después de la pandemia se ha exacerbado aún más; las familias de la Región están pasado por graves problemas en la alimentación, empleo y acceso a servicios de salud según lo manifiesta una encuesta realizada por la UNICEF, y es que sin lugar a dudas la pandemia empeoró las condiciones de vida de muchos habitantes de la región.
La encuesta señala que la mitad de los hogares, con niñas, niños y adolescentes ponen menos comida en sus platos, “Las familias no solo no comen porciones más pequeñas, sino que también se saltan comidas. En la encuesta, el 15 por ciento de los hogares con niños, niñas y adolescentes declararon comer menos de tres comidas al día, frente al 8 por ciento de 2019, antes de la pandemia”.
La canasta familiar es actualmente considerada mucho más cara que años atrás, dejando a un rango significativo de la población sin poder asegurar su ingesta diaria. La inflación está por las nubes oscilando entre el 11% y un aterrador 26,6% en algunos países.
Según Youssouf Abdel- Jelil director regional de UNICEF para América Latina y el Caribe “El shock de la pandemia está lejos de haber terminado, y es que muchos padres de familia siguen luchando por recuperar sus empleos y no tiene la posibilidad de poner suficiente comida en los platos de sus hijos. Los datos de este organismo de la ONU revelan que de los 2300 millones de personas que se van a dormir cada noche con hambre o sin la suficiente cantidad de alimentos para desarrollar su vida de manera normal en el mundo, el 11% se encuentra en América Latina y el Caribe.
Es preocupante y alarmante la situación de las familias de América Latina y el Caribe quienes han sido golpeadas varias veces, no solo por el impacto socioeconómico del COVID-19, sino también debido a la crisis en Ucrania; y es que sin apoyo de sus gobiernos aún más familias se verán empujadas a la pobreza. Es importante y como lo reitera el Director regional, los niños, niñas y adolescentes deben estar en el centro de las políticas nacionales de protección social, para ayudarles a ellos y a sus familias a recuperarse y prosperar y con ello mejor su calidad de vida
Esta situación tan compleja se puede evidenciar también en la alta migración, muchas personas que se enfrentan al hambre en América Latina y el Caribe actualmente están emprendiendo peligrosos caminos con la esperanza principalmente de llegar al norte del continente, especialmente a Estados Unidos y es que la ruta por el Tapón del Darién se ha convertido en el paso de muchos de ellos donde no importando las condiciones climáticas arriesgan la vida con tal de mejorar sus condiciones de vida ante la pobreza inminente; el trabajo por parte de los gobiernos latinoamericanos sin duda debe estar enfocado en esta compleja crisis humanitaria que cada vez se agudiza y se extienden por todo el continente.
