¿Ser gobernador para qué?
La historia se repite, cada cuatro años, candidatos con altos y bajos perfiles y hojas de vida, con o sin mucha experiencia en lo público y lo político, otros tantos en búsqueda del reencauche al menos para cañar y lograr espacios burocráticos o económicos, también los hay con buena y mala imagen, con o sin alto reconocimiento electoral y del electorado, en fin con una serie de factores que inciden a la hora de ganar y gobernar, pues para aspirar no se requiere sino deseos, hoy muy poca estructura y dinero, si miramos las pasadas elecciones dónde por el contrario pueden ganar los que en principio son los más débiles.
Así es que debo manifestar que me alegra y entusiasma como día a día saltan nombres de precandidatos a diferentes cargos de elección popular en nuestro departamento, puesto que eso significa que se acabaron los gamonales, las imposiciones, las órdenes mezquinas
Y el aplastamiento inmisericorde a los nuevos liderazgos. Qué bueno ver que se perdió el miedo a proponer, a salir de la zona de confort y exponerse al escarnio del pueblo, a soportar groserías y gastar tiempo, dinero, salud y siempre ganando y perdiendo amistades en esa brega.
Hoy se asoman incipientes e ilegales encuestas, que podrían ser multadas dichas páginas al servicio de unos u otros, pero eso es poco, si por el contrario analizamos propuestas y materia gris, si miramos candidatos, si vuelven los mismos con las mismas, si ya hay colores desteñidos, si la historia a repetir son las componendas, si es la repartija del poder desde la mesa, si es el acuerdo de coimas para desviar los recursos públicos y desfinanciar los proyectos de inversión, lo cual de entrada es extremadamente lamentable, cuando hay gente joven aun considerando apoyar este estilo, que no son capaces de votar por gente nueva y no se auto reconocen como una nueva generación, ojo, ya lo hicimos ahora en las parlamentarias y presidencial, nos toca ahora en nuestra tierra, es nuestro deber y oportunidad.
Así las cosas, creo e invitó a que crean en que el próximo gobernador y muchos alcaldes, diputados y concejales, serán gente del común, empresarios exitosos, amas de casa, aseadoras, vigilantes, desempleados, jóvenes, adultos comprometidos, deportistas, en fin, personas nuevas y con poca experiencia electorera pero con claridad en el actuar, con lógica y malicia indígena, bien rodeado, honesto, sin discurso ventijuliero, superior en su conciencia para beneficiar a los huilenses y no a empresas familiares y amigos non sancta, decididos a ganarse solo su sueldo y no coimas, a respetar el trabajo de los contratistas pagándoles buen y a tiempo y no metiéndole las manos en sus bolsillos, capaz se dedicar el más alto porcentaje de las finanzas al sector campesino, de generar las mejores alianzas con los privados a través de empresas de economía mixta, de auspiciar la confianza como pilar del gobierno y desarrollo social y económico.
Les confieso que escribiendo estas líneas siento un llamado, siento deseos propios tal vez de proponerme una nueva gesta, claro está, con el apoyo ciudadano para contribuir a mi departamento, por lo que en próxima columna empezaré a diseñar los cinco pilares fundamentales para que en cuatro años de gobierno se sienta la realidad de un cambio absoluto y sin titubeos.