Toda la vida ha sentido un amor profundo por los animales, en especial los que están desamparados en las calles. Hace aproximadamente 30 años se dedica a recoger y sanar perros, gatos, y aves para después darlos en adopción.
Por: Valentina Cerquera Moreno
Especial/24-7Semanario
Jairo Arias Cedeño es un adulto de 58 años de edad residente de la ciudad de Neiva y quien vive para servir a los seres que no tienen voz pero que sienten igual que cualquier persona, los animales.
Su vida aparte de estar dedicada a rescatar y darles un techo y comida a los “Peluditos” la dedica actualmente también a vender artículos de segunda o llamada también chatarra. Compra elementos como portones, lavaplatos, inodoros, los arregla de una forma que pueda venderlos a un mejor precio, esto con el fin de sostenerse económicamente él y los seres que tiene a cargo.
Su amor por los animales sin comida y techo ha sido tan grande que se dedica en cuerpo y alma a calmar sus necesidades y a trabajar arduamente para comprar medicamentos y alimento que estos necesitan.
Refugio de animales ‘Don Jairo’
Anteriormente Jairo era mecánico y vivía en un lote abandonado que un señor le ofreció para cuidar, aquí el aprovecho el espacio y brindaba techo a los animalitos que lo necesitaban. Un día desafortunadamente el señor que facilito su vivienda en el lote falleció y siendo este lote propiedad de ProHuila (empresa de construcción) el contrato quedó para el hijo del señor dueño de este espacio. Al señor Jairo le hicieron firmar unos documentos sin tener conocimiento de que eran para desalojo forzoso, de lo que afortunadamente se vencieron los términos y permanece allí desde hace diez años con los animales que rescata.
En este lugar hace más de cuatro años le cortaron todos los servicios, convirtiéndose en un espacio no acto para la vivencia humana. Por lo que se convirtió solamente en el hogar de 101 Perros, y 8 gatos que hoy en día viven allí y por supuesto, el lugar de trabajo de don Jairo para vender sus elementos de segunda mano.
El refugio está ubicado en la vía el Caguan frente a Bosques de San Luis, y está a disposición de todos los animales que necesiten de un hogar.
“La verdad el amor que yo he tenido por los animales ha sido algo que llevo desde niño, cuando crecí me dediqué a recoger todos los animales de la calle y los llevaba al lote que cuidaba, ahí fue como se empezó a convertir el refugio” cuenta Jairo Arias.
Ayudas para los animales
Hace ya dos años apareció en la vida de Jairo un “ángel”, como se refiere él a la joven María José Navarro de 24 años de edad y quien comparte el mismo amor por los animales que Jairo. María hacía donaciones cada vez que podía a fundaciones, con alimento y medicamentos, hasta que supo la historia de este señor que ha dedicado su vida a ayudar y proteger animales y decidió ayudarlo.
Pues fue aquí cuando se crea perfiles en las redes sociales para que la gente conociera y pudiera contribuir económicamente al refugio, pese a que don Jairo cada vez habría más sus puertas a los animales que necesitaba y su trabajo no le alcanzaba para su sustento del hogar ni tampoco para comprar lo necesario como comida y agua para estos cachorros, debido también a que en el lugar donde resguardan los animales no hay servicios, el agua la compran a los vecinos.
No tienen ayuda de ninguna entidad, entre don Jairo y la joven María José piden la colaboración a los buenos corazones que quieran aportar sea alimento, medicamentos, agua y demás para el sustento de estos “Bebes” como ellos se refieren a los animales.
Son 101 perritos que volvieron a la vida después de estar en condiciones de muerte y 8 gatos que quedaron de 30 que tenían, pues hace algún tiempo por tener el refugio sobre una avenida, los felinos salían en las noches y los automóviles con las altas velocidades que transitan por allí los mataban, es por eso que por ahora cerraron sus puertas a los gatos para no sufrir más cada vez que encontraban los gaticos sin vida en las calles.
Situaciones lastimosas en el refugio
Debido a la falta de apoyo para sostener el refugio, ha habido tiempos muy difíciles para don Jairo, María José y los animales, pero ha sido más grande su amor y fe en Dios para sacar adelante estos seres inocentes que han superado todos los malos tiempos.
El refugio es un lugar que se encuentra en pésimas condiciones, está lleno de elementos en mal estado con los que don Jairo se gana la vida. El poco techo que tiene son unas tejas totalmente deterioradas llenas de moho que cada nada se caen por los vientos o lluvias y pone en riesgo la vida de los mismos animales.
Con rejas y barandas han divido y formado el espacio para guardar los peludos cuando en la noche los encargados se van a sus hogares, han pasado solicitudes para mejoras del lugar, pero se encuentran a la espera de un mejor espacio para brindarle a estos seres de cuatro patitas lo mejor.
Por otro lado, la salud del padre del refugio no va muy bien, tanto así que el año pasado estuvo en silla de ruedas por varios meses, lo que afortunadamente logró superar, pues el señor Jairo actualmente padece de un trastorno de disco lumbar, lo que le impide hacer su rutina normal de antes, como inclinarse para poner en el suelo el agua y los alimentos de los peludos, arreglar las tejas que cubre el sol y la lluvia cuando se descomponen y otros oficios que diariamente realizaba en el refugio.
En estos momentos se encuentra en reposo, y gracias a la ayuda por parte de María José se encuentra tranquilo, porque ella vela por los animales igual que él, prácticamente es su mano derecha y de igual forma no pasa un día que no pregunte por los “Bebes” o vaya a verlos.
Con tubos, llantas de carros de juguete, alambres y telas, don Jairo Arias construye las sillas de ruedas para el desplazamiento de los peludos que por accidentes callejeros han perdido sus patitas. Por otro lado, hacen jornada de baño, vacunación y limpieza del lugar junto a personas que se suman a esta bonita causa y contribuyen para que estas criaturas vivan sanas y estén listas para una merecida adopción.
En su hogar convive con 7 perros, entre esos uno invalido, a los que le brinda, el mismo amor que a los del refugio pero que han estado con él una mayoría de tiempo y se han robado su corazón, tanto así que los pone a dormir en una colchoneta para que todos queden cómodos.
“Yo a los animales los amo, al igual que a mis hijos y a mis nietos, y estoy dispuesto a ayudarlos hasta que Dios me lo permita” Afirma con una voz decidida.
Colaboración
El refugio de ‘Don Jairo’ invita a las personas a adoptar y a cambiarle la vida a un peludito que va a llenar sus hogares de amor, para esto exigen unos requisitos que compruebe la seguridad del animal. También a contribuir con un granito de arena para el sustento diario de estos a través de donaciones. Puedes comunicarte al 3168700077.
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