Con ojos de Luz, otra forma de ver al mundo

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«Siempre hay que sonreírle a la vida, y los obstáculos hay que tomarlos como escalera para subir a la cima» Jeniffer Saenz.

Por Valentina Cerquera Moreno
Especial/24-7Semanario

Cuando tenía apenas seis meses de gestación, Nubia Esperanza Saenz dio a luz a una niña que venía al mundo sana y con muchas ganas de vivir; sin embargo, una negligencia médica marcó la vida de Jeniffer Tatiana Rivera Sáenz.

La vida de Jeniffer cambió para siempre

Siendo una niña sana, debido al adelantó de su nacimiento, duró 40 días en la incubadora, por descuido del personal de salud donde era atendida no le pusieron gafas de protección para sus ojos, lo que provocó que se quemara y se desprendiera su retina dejando a este ser de apenas 7 meses de nacida totalmente ciega.

Su vida cambió desde este instante para siempre, prácticamente nunca tuvo la oportunidad de ver al mundo con sus ojos sanos por ser tan pequeña cuando esto ocurrió. Pero lo que si se veía venir era que la vida de Jeniffer no sería fácil y que a partir de ese momento se convertía en un reto para ella.

Como ejemplo de que los sueños se cumplen, actualmente cursa X semestre de Comunicación Social en la Uniminuto.

Comenzó, como toda una guerrera que ha sido sus estudios a los 4 años de edad, y a los 16 terminó su bachiller en la I.E Departamental ‘Tierra de Promisión’. Su gusto por la lectura y la radio la impulsaron a soñar con ser una gran comunicadora social y poder, con su carrera y su forma de vida contribuir con algo positivo al mundo.

Como ejemplo de que los sueños se cumplen, actualmente cursa X semestre de Comunicación Social en la Uniminuto y es participe de un programa de televisión con jóvenes huilenses llamado Cuarentiando, donde es la encargada de la sección top 5 con temas variados.

Momentos difíciles en su vida

En la vida de Jeniffer llegó un “Ángel” como se refiere ella a María Deisy Vásquez, que a pesar de no tener ningún vínculo familiar con la joven se convirtió como una segunda madre, pues esa vecina; desde muy pequeña le dedicó el tiempo que su progenitora no podía por cuestiones de trabajo para el sustento de su hogar.

“Ella cumplió un papel muy importante en mi vida, me dedicó mucho tiempo, me enseñaba muchas cosas, me apoyaba y ayudaba con tareas, por eso a ella le debo gran parte de lo que soy” afirma Jeniffer.

El fallecimiento de su vecina María, marcó la vida de Tatiana, pero resalta que desde el cielo ella se siente orgullosa por todo lo que ha logrado gracias a sus enseñanzas.

A pesar de su discapacidad visual ha tenido una mente positiva para todo; los rechazos y demás no han influido en su vida, pero como todo, hay ocasiones en que las personas la hacen sentir mal y excluida de la sociedad.

“Me ocurrió con un docente un caso muy triste porque estaba por recibir clase y fue cuando yo llegué y el profesor dijo: ¿Cómo así? Yo no sabía qué le iba a dar clases a usted, ¿qué voy a trabajar con usted?, Me sentí súper mal porque a pesar de mi discapacidad tengo muchas capacidades y retos en mi vida.” Cuenta Jeniffer. Pero reitera que entiende al maestro porque no todos están preparados para dictar clases a una persona con discapacidad visual y más las materias que tienden a ser muy visuales como por ejemplo un diseño de programa, entonces afirma que sería más un tema de carencia por parte de las instituciones.

Sus gustos y pasiones

Como cualquier persona, Jeniffer Tatiana tiene unos gustos muy particulares, y gran parte de esos los practica frecuentemente. Además de ser una joven muy aplicada e inteligente también es artista, desde muy pequeña descubrió su virtud para el canto, a lo que hoy en día se dedica con más amor.

Escribir es otros de sus gustos, escuchar música, jugar en línea, estar pendiente de las redes sociales, pero sobretodo dentro de ese número de cosas sobresale su amor por la música y la radio.

Tanto es su amor por el canto que ha obtenido varios reconocimientos como: En el año 2008 cuando logró el primer puesto cantando una canción en inglés y otra colombiana en un concurso del colegio Inem de Neiva. También participó en el Yes factor donde logró un tercer puesto, y uno de los concursos más recientes en los que estuvo fue en el Show Talent de la Universidad UAN donde obtuvo el segundo puesto y representó la Universidad Uniminuto.

Esta joven se ha caracterizado siempre por su actitud positiva y su sonrisa que nunca se quita de su rostro, su look siempre va de acuerdo a la ocasión al igual que sus gafas.

La confianza en sí misma y en sus capacidades ha dado un giro a la realidad, pues a pesar de que ella no vea al mundo con sus ojos, ha logrado que el mundo la mire a ella como un ejemplo de superación y valentía.

“Antes no me gustaba usar gafas, no me sentía cómoda porque era como ocultar la discapacidad y yo creo que siempre la he mostrado muy abiertamente, entonces pensaba que estas eran una especie de mascara para mis ojos, pero después entendí que son un accesorio más” resalta jeniffer con una risa muy particular.

Su familia ha sido el apoyo y la confianza para salir adelante y poder lograr sus sueños, sobretodo su madre que ha sido su guía a pesar de dedicar gran parte de su tiempo al trabajo.

A pesar de su discapacidad visual Jeniffer Tatiana Rivera ha aprendido a ver la vida de una forma diferente, aunque no puede ver el mundo real con sus ojos, se arriesga y sale a las calles a trabajar por sus sueños, es tanta su valentía que le gusta ser independiente y hacer las cosas sola, como coger las busetas que la transportan a donde quiera ir y ella se las ingenia para llegar a su destino.

Su reto ha sido aprender a cocinar, y es algo en lo que trabaja para lograrlo, de la única forma que se sienta impotente y reniegue de su discapacidad es cuando hay algo que no puede hacer y necesita ayuda y no la tiene, pero es algo que no le ocurre todo el tiempo porque es una chica muy emocional y todo se lo lleva por delante.

La confianza en sí misma y en sus capacidades ha dado un giro a la realidad, pues a pesar de que ella no vea al mundo con sus ojos, ha logrado que el mundo la mire a ella como un ejemplo de superación y valentía y que, aunque no aprecie los colores ni pueda ver el sol en las mañanas, la vida de las personas que la conocen y rodean se convierte en un arcoíris por la magia y la fuerza que transmite su mirar.

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