Gracias a su esfuerzo y dedicación, esta huilense hoy día es una embajadora más de la tenacidad y constancia de la mujer opita. Como instructora y bailarina de danza, expone lo mejor del folclor opita y sabor colombiano en altamar.
Especial/24-7Semanario
Andrea Fernanda López Martínez, a pesar de las dificultades propias de la vida ha surgido como una figura en el mundo de la danza; desde muy pequeña siempre ha sido una apasionada por el arte de la danza. Esfuerzo y dedicación son dos de las palabras que mejor la definen a sus escasos 19 años de edad.
En sus inicios, Andrea Fernanda contó con la orientación de Alfonso Cardona, director de la academia Ballet del Huila ‘Tierra viva’, quien poco a poco vio su potencial y la fue formando a lo que hoy día es. Una instructora y bailarina.
Viajando por el mundo
Dicen que nadie es profeta en su tierra y el dicho popular se ajusta a Andrea Fernanda porque al día de hoy, su vida transcurre en medio de viajes en altamar por diferentes países del mundo, llevando a los turistas de crucero, a un recorrido musical y dancístico mientras disfrutan de sus vacaciones.
Actualmente trabaja en una empresa europea de cruceros MSC Meraviglia; allí, llegó el pasado 5 de mayo del presente año y desde entonces se desempeña como instructora y artista de baile. Una experiencia única y enriquecedora.
Llegar a donde hoy día esta Andrea Fernanda no fue tarea fácil. Ella, recuerda cuando se le pregunta cómo fueron sus inicios y a quien debe dar las gracias. Primero a Dios y por supuesto a su progenitora Lucero Martínez, que la ha acompañado en todo este proceso y por supuesto a sus maestros e instructores que le han aportado para su aprendizaje, entre los cuales también destaca a Jorge Rondón, director de la academia ‘Esdanza Escuela Studio’ de Pitalito.
Por ahora, Andrea Fernanda López Martínez seguirá viajando en altamar, siendo esa embajadora que exterioriza lo que es la mujer opita y colombiana; quienes la conocen saben que esto es un pequeño escaño de la escalera de la vida que premia el esfuerzo, dedicación y amor que Andrea Fernanda siente por la danza.
