Documento de persecución social en Colombia en manos de la Comisión de la Verdad

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El documento recoge las violaciones de DD.HH. de las que fueron víctimas los miembros de la Unión Nacional de Oposición (UNO).

Las primeras persecuciones contra movimientos sociales y políticos colombianos llegaron este viernes a la Comisión de la Verdad en un informe que recopila los ataques contra la Unión Nacional de Oposición (UNO), que en los años 70 intentó hacer contrapeso al bipartidismo en el país.

Antiguos miembros de la UNO, que aglomeró movimientos de izquierda entre 1972 y 1982, denunciaron 1.918 hechos de violencia, de los cuales 127 fueron asesinatos de sus miembros, según el documento «Unidad, terror y resistencia. Genocidio político extendido, continuado, sistemático y premeditado contra grupos nacionales de la oposición», presentado a la Comisión de la Verdad.

Ese organismo, creado a instancias del acuerdo de paz firmado entre el Gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC, forma parte del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, que incluye además la Unidad para la Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas y la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).

Ataques contra la izquierda

El documento, elaborado por el Archivo Oral de Memoria de las Víctimas (Amovi) y la Universidad Industrial de Santander (UIS) recoge las violaciones de DD.HH. de las que fueron víctimas los miembros de la UNO, que según sus autores supone apenas una etapa del «genocidio» contra los movimientos de izquierda en Colombia en las últimas décadas.

«Los actos genocidas contra la UNO fueron solo una etapa en el proceso de genocidio realizado por las elites de poder contra todos los movimientos sociales y políticos que han construido plataformas capaces de oponerse a su proyecto de nación», afirmó Ivonne Suárez, investigadora de la Amovi y una de las autoras del informe.

En esa línea, lo ocurrido contra ese grupo precedió lo sucedido con la Unión Patriótica (UP), movimiento surgido en 1985 como parte de un intento de acuerdo de paz del entonces presidente Belisario Betancur con las FARC.

En los años siguientes la UP fue víctima de un genocidio en el que fueron asesinados más de 4.000 de sus militantes, incluidos los candidatos presidenciales Jaime Pardo Leal (1987) y Bernardo Jaramillo Ossa (1990).

Igualmente hoy Colombia vive una situación similar con los asesinatos de líderes sociales y desmovilizados de la antigua guerrilla de las FARC.

Más de un centenar de líderes sociales han sido asesinados este año en el país, así como 228 exguerrilleros de las FARC desde la firma del acuerdo de paz en 2016, según ese partido.

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