Una buena iluminación puede dar personalidad a un espacio o, por el contrario, quitarle todo su encanto.
Especial/24-7Semanario
Cuando nos ponemos a decorar nuestros hogares le prestamos mucha atención al mobiliario y los objetos que vamos a incluir y nos olvidamos, en muchas ocasiones, que hay un tercer factor clave para que el conjunto del diseño funcione o sea un fracaso. Me refiero a la iluminación y por consiguiente las lámparas y el tipo de luces que usamos en ellas.
Una buena iluminación puede dar personalidad a un espacio o, por el contrario, quitarle todo su encanto. La iluminación, además, afecta a nuestras emociones y nuestra forma de interactuar en un ambiente.
Por ejemplo, cuando está a las 11 de la noche en el salón viendo la televisión es más apetecible una luz suave, indirecta y cálida que una luz fría que ilumina toda la habitación desde el techo. Por lo tanto, a la hora de planificar un diseño de interiores deberíamos darle la importancia que se merece a la elección de las lámparas, su posición y el tipo de luces y hoy de damos las claves para que acierte con ello.
¿Qué lámpara necesito?
Todos tenemos claro que no es lo mismo las lámparas de techo que las lámparas de mesas y partiendo de una diferencia tan evidente también tenemos que tener claro que cada tipo de lámpara sirve para un fin y tipo de iluminación diferente.
Tipos de iluminación
Luz general
La luz general es la que ilumina toda la habitación, podríamos denominarla como luz principal. Es una luz clara y con potencia que te permite tener una visión de todo el espacio. Es una luz directa, normalmente algo más dura que otras, y, según los gustos, más fría o más cálida. Las lámparas más adecuadas para este tipo de luz son las lámparas de techo y los apliques de pared.
Luz ambiente
Si la luz general es la principal, la luz ambiente es la secundaria. Se trata de un tipo de luz mucho más difusa, con una componente cálida, que brota de puntos de luz distribuidos de forma estratégica por la habitación. Es una luz que ayuda a crear un ambiente cálido y agradable, ideal para relajarse. Con ella no vas a leer un libro, pero sí relajarte en el sillón mientras ves la televisión. Las lámparas de mesa o apliques dirigidos son las más adecuadas para generar este tipo de iluminación.
Luz puntual
La luz puntual la emiten lámparas que cumplen una función muy concreta, por ejemplo, el flexo de un escritorio o una lámpara dirigida para leer en el sillón. Otro ejemplo sería la luz que se utiliza en la cocina para iluminar la zona de trabajo. Dependiendo de su función se necesita un tipo de lámpara u otra, como ya he mencionado: flexos, led puntuales, lámparas empotradas…
Luz decorativa
Para terminar, en este apartado se engloban el resto de luces que se pueden encontrar dentro de una casa. Ya sean guirnaldas (tendencia en los últimos años), lamparitas infantiles, led que iluminan un objeto decorativo, lámparas que resaltan un cuadro… El tipo de lámpara por tanto se ajustará al fin decorativo que queramos.
Tipos de luz para decorar con lámparas
Según la finalidad de la luz es más adecuado usar una luz cálida o una luz fría. Pues bien, la primera se refiere a luces de tonos cálidos (amarillos, rojizos, anaranjados…) que transmiten paz y serenidad, pero son poco luminosas, por lo que no son adecuadas para trabajar. La luz fría, por su parte, es luz de tonos azulados y blancos, es una luz mucho más intensa, más luminosa, adecuada para trabajar, para iluminar una estancia de forma general… Entre medias de ambas encontramos las luces neutras.
El tipo de luz se controla escogiendo las bombillas adecuadas. Cuando vaya a realizar la compra fíjese bien (y busca asesoramiento si no sabe leer las especificaciones de las etiquetas) el tipo de luz que emite y con cuantos lúmenes. Así mismo, hoy en día existen bombillas led que cambian el grado de calidez según nuestros gustos y el momento, son más costosas, pero mucho más funcionales.
