El ser humano ha venido haciendo historia, desde el instante, en que se preguntó cómo asumir su cotidianidad, cómo leerla y cómo resolver los problemas que le traían esas interpretaciones. Desde ese momento, el hombre en el tiempo, se ha venido comportando, en cierta medida, condicionado por las respuestas a esos retos que ha debido ir resolviendo. Ese condicionamiento propone un ser diferente cada día, una visión de mundo polifónica y una atención especial a lo oculto que la realidad le trae.
Caminar en el sendero del pensamiento humano, sobretodo, transitar las aulas, donde hoy, el joven ser humano se forma en esta transmodernidad es un placer. Como tallerista invitado del programa: “Huila Lee y Escribe”, en la Ruta 4 del taller de Lectura crítica para docentes, he podido desandar las rutas escolares de nuestro departamento. En ese sendero rural y urbano he visto sino heroínas y héroes que trabajan con el alma para formar en el conocimiento a sus educandos. Las condiciones especiales del trabajo académico, de lo formativo en el pensamiento, convierte a sus actores, en estrellas sin duda alguna. Las condiciones sociales complejas del estudiante, las especiales relaciones laborales de los docentes y los límites que aposta la falta de dotación en los centros de estudios, generan un reto grande por asumir.
