Vacunas realizadas por Rusia Y EE.UU. muestran resultados positivos para tratar el Covid-19

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Una vacuna rusa contra el Covid-19 desarrollada por el Ministerio de Defensa de Rusia en colaboración con el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya, mostró resultados positivos. El primer grupo de voluntarios en las pruebas clínicas fue dado de alta del hospital militar Burdenko de Moscú.

Mientras tanto, en Estados Unidos, una vacuna en investigación contra el virus SARS-COV-2 fue bien tolerada y generó una actividad de anticuerpos neutralizantes en adultos sanos en los que fue probada en Estados Unidos, según estudios provisionales difundidos por la revista The News England Journal of Medicine y citados por fuentes oficiales estadounidenses este martes.

En lo que respecta a la vacuna rusa, el Ministerio de Defensa indicó en un comunicado: «A lo largo de 28 días después de la vacunación, los indicadores de las funciones de importancia vital de voluntarios se han mantenido dentro de los parámetros normales. No se han registrado fenómenos no deseados serios, quejas sobre el estado de salud, complicaciones o reacciones».

En cuanto a la vacuna de EE.UU., los datos preliminares mostraron una fuerte respuesta inmunológica contra el patógeno SARS-CoV-2, responsable del Covid-19.

Señaló que «el principal objetivo» de su participación en los ensayos fue comprobar «la seguridad y tolerancia a los componentes de la vacuna».

La candidata a vacuna, denominada ARNm-1273, es desarrollada por investigadores del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID, en inglés), que forma parte de los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU. (NIH, en inglés), y la farmacéutica Moderna, con sede en Cambridge (Massachusetts).

Se trata de los resultados de la primera fase de las pruebas, iniciada en marzo. Los 45 participantes, de 18 a 55 años de edad, recibieron dos inyecciones, separadas por 28 días. Las dosis de inyecciones variaron entre los tres grupos en los que fueron divididos los sujetos.

Los voluntarios desarrollaron lo que se conoce como anticuerpos neutralizantes en su torrente sanguíneo —moléculas que bloquean las infecciones— en niveles comparados con los hallados en personas que sobrevivieron al COVID-19, reportó el equipo de investigación.

Al observar la sangre de los voluntarios, los científicos descubrieron que «los títulos de anticuerpos de unión y neutralización inducidos por el esquema de dos dosis fueron similares a los encontrados en muestras de suero convalecientes».

La vacuna experimental, desarrollada por los colegas de Fauci en los Institutos Nacionales de la Salud y por Moderna Inc., comenzará su fase más importante alrededor del 27 de julio: Un estudio con 30.000 personas para probar si las vacunas realmente son lo suficientemente fuertes para proteger a la gente del coronavirus.

“Este es un componente básico necesario para avanzar con los ensayos que podrían determinar si la vacuna protege contra la infección”, dijo la doctora Lisa Jackson, del Instituto de Investigación Kaiser Permanente Washington, en Seattle, y quien estuvo a cargo del estudio.

No existe una garantía, pero el gobierno espera tener resultados para finales del año, lo que sería una velocidad récord para desarrollar una vacuna. La vacuna requiere dos dosis, con un mes de diferencia.

No hubo efectos secundarios graves. Pero más de la mitad de los participantes en el estudio reportaron reacciones parecidas a las provocadas por otras vacunas, como fatiga, dolor de cabeza, escalofríos, fiebre y dolor en el sitio de la inyección. Para tres participantes que les dieron la dosis más alta, esas reacciones fueron más graves, por lo que no se busca proporcionar esa dosis.

Algunas reacciones son parecidas a los síntomas del coronavirus, pero son temporales, durando aproximadamente un día y ocurren justo después de que la inyección, señalaron los investigadores.

No importa cómo lo veas, estas son buenas noticias”, dijo el doctor Anthony Fauci, el principal experto en enfermedades infeccionas del país, a la agencia de noticias AP.

La vacuna experimental de Moderna contiene material genético llamado ARN mensajero, o ARNm. Se trata de un código genético que ordena a las células lo que deben construir, en este caso, un antígeno al virus.

En tanto, una empresa biofarmacéutica de Canadá que cuenta con financiamiento del Pentágono estadounidense inició los primeros ensayos clínicos con humanos de una posible vacuna contra el COVID-19 y podría tener información sobre su seguridad y eficacia para octubre.

Medicago, que tiene su sede en la ciudad de Quebec, informó sobre el inicio de la fase 1 de su candidata para vacuna, que a diferencia de otras empresas que utilizan productos animales o virus vivos, usa plantas como base para la vacuna, con el suministro del preparado a 180 voluntarios sanos.

Hasta hoy las autoridades canadienses sólo han autorizado pruebas clínicas a dos posibles candidatos: además del producto de Medicago, el Ministerio de Sanidad dio en licencia en mayo a ensayos de una posible vacuna desarrollada por China, pero este país todavía no la ha enviado a Canadá. (Con infdormación de DW y RT).

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