Trump insiste en defender la hidroxicloroquina como medicamento eficaz para combatir el Covid-19
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, insistió este martes en su defensa de la hidroxicloroquina como tratamiento eficaz frente al Covid-19, pese a los múltiples estudios que desaconsejan su uso, y mostró su respaldo a la controversial doctora Stella Immanuel quien aboga por el uso del antipalúdico.
«Creo que funciona en las primeras etapas (de la enfermedad)», argumentó Trump durante una rueda de prensa en la Casa Blanca centrada en la respuesta de su Gobierno al coronavirus.
El presidente también defendió haber retuiteado un vídeo que argumentaba sobre la eficacia del fármaco, una grabación que las plataformas YouTube y Facebook eliminaron al considerarla información falsa sobre la pandemia. Dicho video muestra a un grupo de médicos que afirma, entre otras cosas, que las mascarillas no son necesarias para frenar la pandemia y que «existe un tratamiento» para tratar el Covid-19: la hidroxicloroquina.
«Había una mujer (en el vídeo) que fue espectacular en sus afirmaciones al respecto, que había tenido un éxito tremendo», añadió Trump, al referirse a Immanuel, una doctora que ha relacionado ciertas patologías con tener sexo con demonios y brujas.
«Salía junto con muchos otros médicos. Eran grandes admiradores de la hidroxicloroquina, y pensé que ella era impresionante», dijo el presidente, que suspendió la rueda de prensa al ser presionado por el historial de la médico. Las opiniones seudocientíficas de Immanuel, que considera, entre otras cosas, que los dirigentes de Estados Unidos son «mentes reptilianas», «mitad humanas, mitad extraterrestres», suscitaron muchas dudas sobre su credibilidad.
El video viral de Immanuel llamó la atención sobre un grupo poco conocido que se hace llamar Médicos de primera línea de Estados Unidos (America’s Frontline Doctors), el fin de cuya existencia parece ser la promoción del medicamento antipalúdico usado en la lucha contra el COVID-19. «Nadie necesita enfermarse. Este virus tiene una cura, se llama hidroxicloroquina», exclamó Immanuel el lunes desde la escalinata de la Corte Suprema de Washington donde se encontraba en una Cumbre de Capa Blanca de galenos de ideas afines.
Sin embargo, la publicación fue eliminada por Facebook lo que causó que Immanuel advirtiera vía Twitter que los servidores de la empresa comenzarían a fallar hasta que lo volvieran a poner. «Si no vuelven a poner mi página, Facebook caerá en el nombre de Jesús», dijo.
Antes, Trump había insistido en que esta medicina para la malaria es «segura» y que «no causa problemas», pese a que los expertos en su propio Gobierno han alertado de posibles efectos en el sistema cardíaco. «Yo creo en ella. La tomaría. Como saben, la tomé durante 14 días, y aquí estoy. ¿Cierto? Aquí estoy», agregó el presidente. Trump también defendió durante la rueda de prensa que «grandes zonas del país son libres de coronavirus» y que «hay importantes mejoras en las principales áreas metropolitanas».
Estados Unidos, sin embargo, sigue como el país más afectado en el mundo por el coronavirus con más de 4,3 millones de casos confirmados y más de 149.000 fallecidos, y tiene a una veintena de estados con brotes significativos.
De otro lado, el presidente Donald Trump declaró que EE.UU. podría suministrar su vacuna contra el coronavirus a otros países en cuanto esté lista. «Quizás suministraremos una gran cantidad de vacunas contra el coronavirus a otras partes del mundo, como lo hicimos con los respiradores y otras cosas», precisó el mandatario.
En este sentido, Trump señaló que EE.UU. tendrá «500 millones de dosis» de la vacuna contra el SARS-CoV-2. «Haremos de Estados Unidos el principal fabricante y proveedor médico del mundo», prometió.
En referencia a una pregunta relacionada con el creciente número de nuevos casos de infección en los estados que son puntos críticos del país, el presidente ha opinado que «muy pronto» la curva de contagios se dirigirá «rápidamente hacia abajo».
Estas declaraciones se producen un día después de que Trump confirmara que la vacuna contra el coronavirus del laboratorio Moderna de EE.UU. entró en la etapa final de ensayos antes de la aprobación. También la farmacéutica estadounidense Pfizer y la empresa de biotecnología alemana BioNTech anunciaron este lunes que iniciarán estudios conjuntos en humanos, a gran escala, en el marco de las etapas finales de sus ensayos de una posible vacuna contra el coronavirus.
El Gobierno de EE.UU. ya acordó pagar 1.950 millones de dólares por el suministro de 100 millones de dosis de la vacuna desarrollada por Pfizer y la compañía alemana BioNTech. En cuanto la vacuna contra el el SARS-CoV-2 esté lista y obtenga la aprobación o autorización para su uso de la Administración de Medicamentos y Alimentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés), cada paciente deberá recibir dos dosis para ayudar a aumentar la inmunidad, por lo que los primeros 100 millones de dosis vacunarían a unos 50 millones de personas. Según el acuerdo de suministro, EE.UU. también puede adquirir hasta 500 millones de dosis adicionales. (Versión DW y RT).