Macondo, un oasis ambiental en la vereda El Centro, de Neiva
Una iniciativa privada, con el apoyo de Ecopetrol reverdece esta zona rural del municipio de Neiva.
El proyecto contribuye con la conservación del bosque seco tropical, el ecosistema más amenazado de Colombia.
Especial/24-7Semanario
Se llama Macondo, como el mítico pueblo de Cien Años de Soledad, y es la finca de don Alberto Fernandez Ruiz, quien junto a su familia se ha convertido en un verdadero guardián del bosque seco tropical en el norte del Huila.
Una tarea titánica que inició hace dos años, cuando un incendio consumió gran parte de la vegetación de esta amplia, pero árida tierra, ubicada en la vereda El Centro en zona rural de Neiva, Huila, y decidieron convertir la finca en una reserva ambiental, repleta de iguas, guayacanes, caracolis y gualandays, entre otras especies propias de la región.
Los resultados que ya saltan a la vista, don Alberto camina con orgullo entre sus árboles, que se han convertido en corredores boscosos para el regreso de especies propias de la región como pájaros, perdices y conejos. Aunque es consciente que el trabajo es largo y aún falta mucho, siente la satisfacción de aportar al planeta y poder dejar un legado para las futuras generaciones.
“Con el cambio climático, la deforestación tan bárbara y la erosión de los suelos, por lluvias, por carreteras y otras cosas, es momento propicio de que la gente tome consciencia de verdad y apoyemos todo lo que tiene que ver con el medio ambiente”, dice satisfecho.
Agua, tierra fértil y orgánica, son la clave para sostener estos árboles, pero sobre todo mucho compromiso, porque “no es solo sembrarlos, sino sacarlos adelante”. Un esfuerzo titánico, junto a sus hermanos, ha tenido, entre otras cosas que llenar el carro de bidones de agua porque es una zona muy seca.
Sin duda, un esfuerzo físico y económico importante, en el que ha tenido como aliado a Ecopetrol, empresa que a través del programa ‘Árboles por la vida’ ha aportado más de 1.200 árboles para reforestación en Macondo.
Don Alberto reconoce que es una tarea de nunca acabar y en la que junto a los miembros de familia está empeñado, “Si me toca seguir sembrando, yo soy una persona comprometida, me gusta que el planeta surja que los árboles crezcan más en una zona tan árida como la nuestra. Mire usted que ya sentimos frescura, ya podemos sentarnos debajo de un árbol, entonces veo muy positivo el programa”.
Importancia de las reservas ambientales
Iniciativas como la de la familia Fernández son de gran importancia para la conservación del bosque seco tropical, conocido como el bosque de los mil colores. El 90 por ciento de este ecosistema en Colombia colombiano desapareció por las acciones del hombre. En la actualidad, solo cerca de un millón de hectáreas de este ecosistema sobreviven en fragmentos aislados del Caribe, los valles interandinos y la Orinoquia.
El bosque seco tropical es propio de tierras bajas y cálidas, y se caracteriza por presentar una fuerte estacionalidad en las lluvias. En Colombia se encuentra distribuido en seis regiones: el Caribe, los valles interandinos de los ríos Cauca y Magdalena, la región NorAndina en Santander y Norte de Santander, el valle del Patía, Arauca y Vichada en los Llanos.
Es un ecosistema ampliamente diverso que alberga un sinnúmero de especies únicas en el mundo que han logrado adaptarse a condiciones de sequía, como las del norte del departamento del Huila.
A pesar de su apoteósica pérdida, una hecatombe ambiental que lo convierte en el ecosistema más amenazado del país, el bosque seco colombiano alberga más de 2.600 especies de plantas, de las cuales cerca de 83 son endémicas para el país, además de 230 de aves y 60 de mamíferos.
“El bosque seco presta servicios fundamentales para las comunidades que lo habitan, como la regulación hídrica, retención de suelos y la captura de carbono. Además, suministra especies de leguminosas forrajeras, ornamentales y frutales importantes para el sustento y el bienestar de los pobladores aledaños a ellos”, afirma Hernando García Martínez, director del Instituto Humboldt.
Árboles por la vida
«Árboles por la Vida» es una iniciativa ejecutada por Ecopetrol en el Huila, a través de la cual se entrega material vegetal a comunidades, entidades e instituciones con el ánimo de repoblar zonas de gran interés ambiental para la región y de esta manera contribuir a mitigar el cambio climático y a conservar el bosque seco tropical.
“El esfuerzo de Ecopetrol ha sido fabuloso, espero que podamos seguir articulándonos en beneficio del medio ambienté la comunidad y del departamento”, señala Fernández.
Durante el año 2020 se entregaron 89.346 plántulas en el departamento, provenientes del vivero ubicado en el Campo Yaguará y el banco de germoplasma de la Ecoreserva La Tribuna. En los últimos nueve años Ecopetrol ha distribuido en la región, 500.959 árboles. La meta para 2021 es entregar 110 mil más.
“Entregamos especies nativas de la región como samán, iguá, matarratón, nogal, guácimo, gualanday, ceiba, Caracolí, y especies frutales y/o productivas como mandarina, mamoncillo, guayaba, cacao, aguacate y naranja, para que estos ecosistemas sean sostenibles y además en un futuro sirvan de sustento a las comunidades”, explicó Arturo Camacho González, profesional de Viabilidad Ambiental de Ecopetrol.
Estas entregas hacen parte de las acciones ejecutadas por Ecopetrol para lograr la meta de sembrar seis millones de árboles al año 2022, que fue establecida en la iniciativa “Sembrar nos Une”, impulsada por el Gobierno Nacional.