Henry Lizcano Parra, el garzoneño, que genera amor y odio en Pitalito
El profesional con cinco títulos universitarios, de temperamento fuerte también fue jugador profesional del Atlético Huila. ´
Por Guillermo León Sambony
Especial/ 24-7 Semanario
El actual gerente de las empresas públicas de Pitalito, Henry Lizcano Parra, es un profesional de amplia trayectoria en la administración pública, oriundo de Garzón, con dos pregrados, una especialización y dos magísteres.
Lizcano, es Ingeniero Agrícola, de la Universidad Surcolombiana e Ingeniero Civil, de la Universidad Cooperativa de Colombia sede Neiva, además tiene una especialización en Alta Gerencia de la Universidad Surcolombiana, Magíster en Administración en la Universidad del Valle y Magíster en Sistemas Sostenibles de Producción, en la Universidad de La Amazonía.
Su vida
Henry Lizcano Parra, es oriundo de la vereda Santa Marta de Garzón, e hijo de don Benedicto Lizcano y doña Gloría Parra. Su padre era un líder comunal, asesinado hace más de diez años por robarlo, en una calle de la capital Diocesana, muerte que causó repudió y dolor entre los garzoneños por la calidad humana de don Benedicto
El Mono Pelietas: futbolista
Su padre, don Benedicto, en alguna oportunidad contó que por el mal genio de su hijo Henry, le tocó mandarlo a estudiar sus primeros años de bachillerato internado al Colegio San Luis Gonzaga de Elías, regentado en esa época por sacerdotes a ver si los curas “le cambiaban el genio”.
Tras tres años en Elías, el “Mono Pelietas”, como le dicen a Lizcano, en Garzón, por su mal genio, regresó Garzón, donde finalmente se graduó con honores académicos en el entonces Colegio Nacional Simón Bolívar.
Uno de los capítulos mejor guardado de Lizcano Parra, es la gran capacidad que en su juventud tuvo para jugar futbol, que lo llevó a militar en el equipo profesional del Atlético Huila, entre 1990 y 1992.
“Era un crakc, un volante de armada talentoso, de gran temperamento, que tenía un muy buen futuro en el futbol, pero que lo abandonó para continuar estudiando” señaló Álvaro Bravo, veterano futbolista de Garzón.
Vida pública
Lizcano, inicia su vida pública como Inspector de Planeación y Valoración de Garzón, siendo posteriormente nombrado gerente de la empresa Públicas Municipales de Garzón, donde tras un incidente con el exalcalde Álvaro Cuellar, quien tras ganar las elecciones lo saca a empellones del cargo, ocasionando una millonaria demanda fallada a favor de Lizcano, que afectó financieramente a Empugar, por el abuso del alcalde.
Muy joven, Henry se vinculó al Sena, donde ocupó una gran cantidad de cargos, en diferentes épocas, donde finalmente terminó como Director Regional del Sena, en el Magdalena, tras ocupar por varios años el cargo de Subdirector Sena del Centro Gestión y Desarrollo Sostenible Surcolombiano de Pitalito.
En este cargo es justamente donde comienzas en Pitalito, los odios y amores contra Lizcano. Para un sector de los laboyanos, la labor del ingeniero fue muy buena y entre las cosas positivas del profesional le resaltan la construcción del moderno Tecno-parque de Yamboró y la pavimentación de la vía de ingreso a esas instalaciones del Sena.
Sin embargo, sus opositores especialmente los miembros del sindicadito del Sena, cuestionan su labor e inclusive lo llegaron a tildar de “Déspota dictador” y a pesar de que hubo muchas quejas y denuncias ante la Procuraduría y la Contraloría, contra Lizcano Parra, no se conocen fallos sancionatorios contra el exfuncionario del Sena.
Odios y amores
Tras salir del Sena, el controvertido Ingeniero, fue nombrado durante el gobierno de Carlos Julio González, como Secretario de Infraestructura Vial del Departamento, donde también hubo felicitaciones y cuestionamientos a su labor.
Entre los cuestionamientos al entonces Secretario de Vías, están las pavimentaciones de la entrada a Oporapa y a la vía Garzón- San Antonio del Pescado, donde el consorcio contratado no ha terminado de ejecutar las obras, donde hay una millonaria inversión del gobierno departamental.
Lizcano, al referirse a este tema, sostiene que la responsabilidad directa de este incumplimiento es del consorcio contratista que al aceptar el contrato firmó un póliza de cumplimiento, que se debe ejecutar si no se cumple con la ejecución correcta de las obras en Garzón y Oporapa.
El último capítulo de la vida pública del Mono Pelietas, está latente hoy en Pitalito, donde se desempeña como Gerente de las Empresas Publicas del Municipio, y se le cuestiona la entrega en concesión a la empresa Interaseo, el barrido y recolección de basuras a más de diez mil usuarios de los servicios públicos laboyanos.
Según el cuestionamiento la contratación se hizo en secreto, no hubo socialización del proyecto y simplemente se dio a conocer cuando se firmó la concesión.
Frente a esos cuestionamientos, el ingeniero Lizcano, sostiene que todo se hizo dentro de la normatividad vigente, tras un detallado estudio, buscando mejorar ostensiblemente este servicio público que por 20 años ejecutará una empresa especializada.
La palabra la tienen los entes de control: Procuraduría y Contraloría, a quienes un sector de los habitantes de Pitalito, han pedio avocar las investigaciones de manera rápida, esperando fallos a corto tiempo, para definir esta situación que tienen hoy polarizado al pueblo laboyano.