Colombia rechazó la pena de muerte que impuesta “en las próximas horas” a Ismael Arciniegas, ciudadano colombiano detenido en China por traficar droga, aunque reconoció el “derecho soberano” del país asiático de establecer y aplicar sus leyes.
“Si bien el Estado colombiano reconoce el derecho soberano que tienen los países de establecer y aplicar su legislación en materia penal, reitera categóricamente su posición en contra de la pena de muerte y reafirma la inviolabilidad del derecho a la vida”, señaló la Cancillería en un comunicado.
En el texto, el Gobierno colombiano lamentó “profundamente” la decisión de las autoridades de la República Popular China de ejecutar a Ismael Enrique Arciniegas, “a pesar de las reiteradas peticiones de clemencia y las varias solicitudes presentadas al Gobierno chino para que su sentencia de muerte fuera conmutada”.
Actualmente preso en Guangzhou, Arciniegas fue detenido en China a mediados de 2010 y condenado a la pena de muerte tras reconocer que llevaba casi cuatro kilos de droga a cambio de 5.000 dólares.
Colombianos sentenciados
El caso de Ismael Arciniegas, quien se convierte en el primer colombiano ejecutado por la justicia china por narcotráfico, es excepcional pero no es el único. Sólo en ese país hay cinco colombianos condenados a pena de muerte por traficar droga (tres tienen sentencias ratificadas y dos están espera de la apelación); sin embargo, hay otros 10 connacionales condenados a la misma pena pero tienen una suspensión de la misma por dos años, finalmente hay otros 15 que están sentenciados a cadena perpetua.
Según cifras de la Cancillería, actualmente, hay 15.034 connacionales detenidos alrededor del mundo de los cuales el 56.7% se encuentran detenidos por delitos de narcotráfico, lo que equivale a 8.526 presos. De estos, 129 pagan cadena perpetua y 15 están condenados a la pena capital.
Esas penas, que están prohibidas en la legislación colombiana, han sido impuestas especialmente en Estados Unidos, donde hay 114 connacionales con cadena perpetua y 3 más con pena de muerte, pero sin fecha definida para la ejecución.