El perrito permaneció esperando a su amo que había desaparecido y murió en el Hospital San Marcos de Chinchiná Caldas, aquí esperó en la puerta por más de cinco años.
Marcos, como fue bautizado el perrito por una enfermera que lo adoptó en los últimos años, fue hallado sin vida por unos socorristas en una zona rural del municipio cafetero.
“La búsqueda de Marcos terminó, estaba muy cerca de la casa. Tal vez la hipótesis de que los perros cuando sienten que van a morir prefieren alejarse de sus dueños para evitarles el sufrimiento es un poco cierta», dijo Estefanía García, enfermera del Hospital quien había adoptado a Marcos.
Lastimosamente el perrito padecía cáncer y varios problemas de salud debido a su avanza edad. Según la enferma que lo acogió, iban a ponerle la eutanasia por su avanzada enfermedad, pero decidieron darle unos días más y falleció por su cuenta.
La muerte del animalito generó tristeza en los habitantes del municipio de Chinchiná quienes lo recordarán como un amigo fiel.
