En Oslo, una mujer se cree gata

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Una joven de 20 años llamada Nano, originaria de Oslo, Noruega, asegura haber nacido como un gato atrapado en un cuerpo humano.

La jovencita se califica como una persona con un olfato superior y la capacidad de ver en la oscuridad. Esto lo dijo en una reveladora entrevista publicada en YouTube, que ha sido vista casi 400,000 veces. En el video, Nano refleja su espíritu felino con el uso de un par de orejas puntiagudas y una cola artificial.

“Me di cuenta que era un gato cuando tenía 16 años, en ese momento los médicos y psicólogos descubrieron mi problema. En mi nacimiento hubo un defecto genético“, dije Nano, quien odia el agua y tiene la capacidad de comunicarse con maullidos.

Le gusta dormir en el lavabo y en las ventanas. Ella prefiere gatear sobre sus manos y rodillas cuando está en la casa. Una de las principales ventajas de ser un gato, de acuerdo con Nano, es su elevado sentido de la audición. “Se puede oír mucho mejor que la gente común, y se puede ver mucho más”, reveló. ‘Usted se centra en las cosas que la gente normal no puede, como las llaves sonando en un bolsillo o las ruedas de una maleta deslizándose en el piso”. Tanto así que sí se topa con un perro en la calle, ella “de manera automática reacciona por los silbidos”.

Por último, Nano confiesa que tiene un amigo llamado Svien, quien tiene una personalidad de gato, pues la joven explicó que él tiene varias personalidades y que una de ellas es un gato, mientras que ella es cien por ciento gato. Ambos se comunican por maullidos. “Creo que estaré bien siendo un gato durante toda mi vida, soy feliz así“, remata.

Tratamiento

Aunque un psicólogo le ha dicho que ella puede vivir como cualquier humano.

Creerse un animal, según expertos a nivel de la medicina, se le conoce como licantropía: el delirio de creerse un animal.

El término licantropía proviene de la mitología griega en la cual se describe que el dios Zeus transformó al rey Licón de Arcadia en un lobo furioso. Algunos especialistas en psiquiatría consideran que este trastorno había desaparecido conjuntamente con las creencias mágico-religiosas, pero no es así; la licantropía ha sobrevivido a lo largo del tiempo, sobre todo en regiones donde el contacto con los animales es parte de la vida cotidiana, para ejemplo Nano.

Otros estudiosos incluyen a la licantropía dentro de la esquizofrenia mientras que otros la consideran como un cuadro maníaco. Un tercer grupo opta por no establecer un diagnóstico individual ligado a un cuadro psicótico o una depresión profunda.

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