“Todo esto demuestra que las aves visitan la Plaza de Bolívar solo en busca de alimento”, señala el estudio.
Además, afirma que continuar con la práctica de alimentarlas hace que las aves renuncien a su comportamiento de buscar comida por instinto y les genera graves consecuencias como “sufrir enfermedades debido a su alimentación a cargo de humanos como la comida en descomposición y su sobrepoblación puede generar enfermedades entre ellas”.
El IDPYBA adelanta un trabajo de campo en la zona histórica para que los visitantes tomen conciencia y no sigan alimentando a las palomas. Mientras que la administración distrital se reunió con los vendedores de maíz de la plaza para anunciarles que serán reubicados.