¿Cuánto gana un concejal?
Esta es la pregunta que el concejal Juan Diego Amaya ha respondido a todos los medios de comunicación, es muy común ver que algunos columnistas y medios de comunicación ganan rating en la región y aumentan seguidores en redes sociales de una forma muy fácil: criticando al Concejo de Neiva y a quienes integramos esta corporación.
Esto es legítimo, en la medida en que las críticas sean argumentadas y objetivas, pues se entiende que hay buenos, regulares y malos concejales, aunque también tengo claro que no es sensato homogenizar una corporación integrada por personas tan diferentes y pensamientos tan divergentes.
Con relación a los honorarios de los concejales se especula y se generan imaginarios en la ciudadanía, por esa razón quiero que conozcan la realidad:
Un concejal de Neiva gana honorarios por cada sesión de la Corporación Municipal, es decir, se le paga por cada sesión a la que asiste y no tiene derecho a seguridad social (aunque es beneficiario de una póliza de salud, sin aporte a pensión) ni primas, ni cesantías. En ese orden de ideas, por sesión nos pagan $437.723, y son 150 sesiones ordinarias al año, para un total de $65.658.450, por concepto de honorarios por sesiones ordinarias.
La sesión extraordinaria es pagada por el mismo valor: $437.723, pero no pueden superar las 40 sesiones por año, es decir, si se llevan a cabo todas las sesiones extras en honorarios sumarian $17.508.920. En total, en sesiones (Ordinarias y Extraordinarias) son $83.167.370.
Si a este valor se descuentan las retenciones de ley (10% por sesión) quedarían en $74.850.633 al año los ingresos de cada Concejal, lo que representaría mensualmente $6.237.552, dinero suficiente para vivir bien, dignamente, hacer un Concejo con criterio e independencia, pagar las deudas de campaña y hacer algo de trabajo social.
Ahora bien, este valor resulta insuficiente para hacer política de la vieja, la de regalar mercados, la de pagar servicios públicos a los votantes, la de regalar cemento y tejas, la política de la compra de votos. En política, los votos deben ser el medio, no el fin; y al Concejo se llega a trabajar e intentar resolver problemas de la ciudadanía a través de estudio, análisis, buenas decisiones, gestión y proyectos.