Los miles de labriegos que están ubicados en la zona del Catatumbo en Norte de Santander y que se dedican al cultivo de la hoja de coca como único medio de sustento en esta región violenta, han rechazado las pretensiones y el decreto del Gobierno Nacional que busca nuevamente reactivar la aspersión aérea con glifosato.
Las pésimas condiciones viales y además la falta de proyectos productivos para esta región al norte del departamento, obligan a la población a dedicarse a esta labor que a pesar de saber que es ilícita prefieren practicarla para poder llevar alimentos a sus casas.
Uno de los campesinos que está ubicado en el sector de caño indio que es la antigua zona de reintegración de la guerrilla de las FARC, le dijo a Caracol Radio que en esa época accedieron a dejar de cultivar esta planta con las promesas que hizo el gobierno nacional sin embargo no se han cumplido.
“Es lamentable que nos quieran hacer esto nosotros no tenemos otra forma de sustento y además estamos muy preocupados porque este químico es tóxico, sabemos que sí se vuelve a esta aspersión contaminará todos los ríos en donde nosotros tomamos agua y además las plantas y los animales que tenemos en nuestras fincas”, dijo el labriego.
Reiteró el llamado al Gobierno Nacional para evitar este el proceso, y que de no hacer caso se verán obligados nuevamente a establecer el paro cocalero en la región de el Catatumbo.
