Por Caly Monteverdi
El milagro de la biodiversidad en un territorio geopolíticamente perfecto, hace que uno no comprenda cómo Colombia no es potencia mundial en un planeta globalizado. Le sobran virtudes y su pueblo es un gran anfitrión que enamora a todos los extranjeros. Más allá de esas inolvidables postales, las montañas internas también perjudican el anhelo de más pertenencia nacional y menos regionalismos, sumado a las actitudes de muchos de los que ejercen poder, uno entiende porque aquí también, como en toda Latinoamérica, se pasa del tercer mundo al primero sin escalas. Tenemos todo pero nos falta demasiado…
Hasta la fecha siguen incumplidas obras públicas como vías que podrían haber comunicado mejor áreas apartadas. Las privatizaciones no han colaborado ya que el dinero que prometieron para solucionarlo “desapareció”… Cualquier similitud con la realidad Argentina no es pura coincidencia, es producto de la corrupción récord de estas latitudes. “Realismo mágico” como es más simpático llamarlo. ¡Ah! El IVA en mi patria lleva 25 años siendo del escandaloso 21%, por supuesto sin devolución al pueblo para semejante recaudación impositiva. ¿Se dan cuenta?… “Boluda” Argentina y “Huevona” Colombia.
Subestimamos nuestras posibilidades porque nos hicieron creer (exitosamente) que somos pobres. Características turísticas destacables pero muy desaprovechadas nos asemejan también. Latinoamérica está bendecida y tiene magia: deberíamos atraer más turistas a pesar de todas las inseguridades que transmitimos.
El tamaño parece no importar en este caso entonces, ya que el título solo expresa la cantidad de kilómetros de extensión pero obstáculos generados por similares causas parece: mi país es más del doble de Colombia pero tiene menos población. ¿Cómo? ¿Qué? Sí, sí, acá tienen ya 50 millones y nosotros no superamos los 45. Por eso, más allá de los “tintos” que unen (¡acá es un cafecito, allá te servirían un vino!) y la fabulosa amabilidad del ciudadano, las constantes ciclotimias populistas que no inspiran confianza –de cualquier color político – perjudican la atracción de más visitantes. La falta de creatividad no ha impedido que igualmente figuremos en las mejores guías de turismo.
La presencia de colombianos creció un 350% en las últimas décadas en la tierra de Messi, el Papa Francisco y la Reina de Holanda. Tanta adversidad parece haber encendido en muchos cerebros una resiliencia cual Ave Fénix, y en todo el mundo se saca provecho de nuestro talento humano. Recordemos siempre, tenemos muchos más potencial del que nos hacen creer y de lo que nos permiten concretar.
