conmovedores relatos evidenciaron las humillaciones
Las humillaciones y los despropósitos que cometieron las antiguas Farc con los excongresistas huilenses Orlando Beltrán Cuellar y Jorge Eduardo Géchem quedaron evidenciados luego de que los dos narraran ante los magistrados de la Sala de Reconocimiento de Verdad, de Responsabilidad y de Determinación de los Hechos y Conductas de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), todo lo que vivieron durante sus años de secuestro.
Beltrán Cuellar fue secuestrado el 28 de agosto del 2001, cuando se desempeñaba como representante a la Cámara por el Partido Liberal. Ese día realizaba una gira por el sector de Silvania, municipio de Gigante, cuando un comando guerrillero lo interceptó y se llevo rumbo al Caquetá.
Estuvo seis años y medio secuestrado por las Farc. Fue liberado en febrero de 2008 junto a Jorge Eduardo Géchem Turbay, Luis Eladio Pérez y Gloria Polanco.
En su relato ante la JEP, no escatimó en pedirle a la justicia colombina que se sepa la verdad de lo que pasó con los secuestrados que están desaparecidos, de los que aún no se sabe nada y sus familias siguen buscándolos.
“Como es el caso del niño Erik Alejandro Samboní Barragán, secuestrado en Acevedo, que lo han desaparecido y su familia lo llora todos los días, el de la niña Lina Marcela Gil, Ángela María Sterling, de Timaná, William Rojas de Pitalito, José Manuel Aranda, Reinel Ríos, Cediel Chimbaco Vargas, de Garzón, Mirian Vargas Zapata, Álvaro Pio Ramírez, Pedro Pablo Morales, Henry Nelson Páez y Ever Arnulfo Morera. ¿Dónde están? ¿Por qué se quedan callados?”, denunció Beltrán Cuellar.
Agregó que desde luego ese es solo un pequeño listado que hace parte de la gran cantidad de desaparecido que dejó el accionar de la guerrilla de las antiguas Farc. “Las familias de las víctimas tienen derecho a saber en dónde están los cadáveres de sus familiares”, anotó.
Seguidamente dio testimonio de cómo Martín Sombra, que era el carcelero y responsable de los secuestrados, se libró del subintendente Peña, porque les estaba causando muchos problemas.
“Desde aquí le exijo a los señores de las Farc, que me están viendo, que digan donde está el cadáver del subintendente Peña. Que lo mataron estando en estado de locura, lo sacaron del campamento y en minutos posteriores escuchamos los disparos de fusil, luego dijeron que intentó fugarse y fue necesario liquidarlo. Hoy su familia clama por lo menos que le entreguen el cadáver”, señaló Beltrán
“Eso me parece bajo, -continuó- eso acrecienta el dolor de las víctimas en Colombia. Ahora no pueden venir a decir que en la guerra vale todo. Más del 90% de los delitos no pueden quedar en la impunidad, cueste lo que cueste se debe saber la verdad”, resaltó.
Narró también las “atrocidades” que cometían las Farc con las niñas menores de edad. Como una que fue reclutada y no podía ni siquiera cargar el fusil. “Esa niña era obligada a tener relaciones sexuales con los guerrilleros, por órdenes de sus superiores tenía que complacerlos, amanecía todos los días con uno diferente”, denunció.
LAS HUELLAS DEL SECUESTRO
Orlando Beltrán Cuellar dijo ante la JEP que aún conserva intactas las huellas del secuestro. El dolor de no poder asistir al entierro de su madre y las enfermedades que lo dejaron marcado de por vida.
“Estando secuestrado se me murieron mi madre y una hermana. Entonces ellos decían ‘si este tipo se entera pues va a haber un intento de fuga, hay que liquidarlo y lo necesitamos vivo’. Ahí a todos nos quitaban los radios”, relató.
Además, recordó los dolores que tuvo que padecer luego de haber estado enfermo de paludismo.