Frente a la grave situación de los migrantes venezolanos, el presidente Iván Duque manifestó este martes: “Nuestro deber moral es no cerrar las fronteras, sino permitirles a ellos salir de esa tragedia”.
Los pronunciamientos los hizo el mandatario colombiano en la instalación de la reunión de alto nivel “Refugiados y migrantes de Venezuela: Hacia una respuesta regional”, liderada por Colombia, Perú y Canadá, y que contó con la participación del Vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, entre otros dignatarios del continente.
El presidente colombiano subrayó que “América Latina está viviendo la peor crisis migratoria de su historia reciente. Y al mismo tiempo está viviendo una de las más cruentas crisis humanitaria de su historia”.
Indicó que ese hecho se materializa en que “más de 2 millones 300 mil hermanos venezolanos han dejado su país en los últimos dos o tres años”.
Relató a los asistentes el drama que viven familias enteras que “están cruzando la frontera, y lo hemos visto en el caso de Colombia, con hambre, con frío en los huesos, con desolación; buscando una esperanza, buscando una ilusión, buscando una oportunidad de empleo, buscando alimentos, buscando refugio”.
Dijo que en Colombia hay algo menos de un millón de venezolanos que requieren servicios de salud, educación y soluciones habitacionales.
Puso de presente que tal fenómeno “genera impactos económicos, desde luego, impactos sociales” y enfatizó que “nosotros siempre vamos a estar con los brazos abiertos, con las puertas abiertas”.
Aseveró que la ola migratoria de los venezolanos ha generado gastos no previstos en los países de la región y que se requiere poner en marcha una acción global que enfrente el reto planteado.
