En las últimas horas, la Superintendencia de Sociedades ordenó la cancelación de la matrícula mercantil correspondiente a la marca YEP, la cual tiene presencia en varios lugares del país.
La decisión que tomó el superintendente delegado para Procesos de Insolvencia, Nicolás Polanía, indica que deberán ser descolgados los avisos que distinguían los puntos de venta ubicados en el occidente de Bogotá; Garzón, Pitalito, La Plata y Campoalegre, en el Huila; Florencia (Caquetá), Chiquinquirá (Boyacá); Ibagué, Honda y Líbano (Tolima). También, los de Villavicencio, Granada y Acacías (Meta).
Lo anterior significa que los 15 almacenes en varias partes del país deberán cerrar definitivamente sus puertas.
Almacenes YEP, cuyo nombre alude a la familia Yepes, que fue su propietaria, fueron admitidos en reorganización en agosto del 2015 por la Supersociedades debido a la situación de insolvencia derivada de la reducción de las ventas en un 97% como consecuencia de las dificultades económicas de las zonas donde estaban ubicados, por no haber podido adaptarse a la competencia, la alta carga prestacional y pensional, los altos costos operacionales y por conflictos en el área administrativa, según se explica en el expediente del caso.
De acuerdo con la Supersociedades, al cierre del 2014 sus activos sumaban poco más de 161.000 millones de pesos, mientras que sus pasivos alcanzaban los 160.000 millones.
A finales del año pasado, la empresa Algrano, uno de sus acreedores, intentó un plan salvador, encargándose de la operación y administración de 19 locales que entonces había. La intención era revitalizarlos y mejorar ostensiblemente las ventas hasta encontrar un grado óptimo de rentabilidad.
Sin embargo, las metas no se cumplieron y en mayo pasado una asamblea de acreedores optó por la liquidación. Desde entonces, los puntos de venta que aún existían siguieron abiertos con el fin de agotar los inventarios.
