Con aporte de agencia
“Hemos tomado la difícil decisión de cerrar nuestras fronteras con Colombia para enfrentar el paso de migrantes irregulares”, anunció este lunes a través de su cuenta en Twitter el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela.
Posteriormente en un acto público el mandatario panameño explicó que esta decisión “difícil” entró a regir hace cuatro días.
“Nos toca cerrar la frontera a este flujo irregular”, subrayó el presidente panameño durante el acto para dar inicio la Operación Escudo, que busca combatir al crimen organizado en el territorio de su país.
El presidente Varela dijo igualmente que en desarrollo de la “Operación Escudo” se va a reforzar la zona fronteriza con Colombia para impedir la entrada ilegal de ciudadanos extranjeros y perseguir el tráfico de drogas.
Agregó que la vigilancia en las zonas costeras del Pacífico y el Caribe panameño, el espacio aéreo y el territorio nacional será redoblada por los miembros de los estamentos de seguridad, a fin de combatir la penetración del narcotráfico y demás actividades del crimen organizado.
En la ‘Operación Escudo’, participarán unidades especializadas de la Fuerza de Tarea Conjunta, integrada por el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), del Servicio Nacional Aeronaval (Senan), de la Policía Nacional (PN), del Servicio Nacional de Migración (SNM) y del Servicio de Protección Institucional (SPI).
El Mandatario detalló que, al igual que el año pasado, cuando se desarrolló la ‘Operación Patria’ -en la cual se incautó de 6,650 paquetes de drogas, municiones, 1.8 millones de dólares en efectivo y la captura de extranjeros ilegales- se cuenta con el apoyo de otras naciones por medio de mecanismos de cooperación, así como del intercambio de información de seguridad e inteligencia.
Valera advirtió, además, que Panamá no puede seguir apoyando el flujo migratorio ilegal bajo el argumento del trato humanitario.
Complementariamente, el presidente Varela notificó que de ahora en adelante toda persona que se encuentre en el país deberá contar con un respectivo estatus migratorio.
“La política migratoria del país va a cambiar; no permitiremos la permanencia de nadie que no tenga estatus migratorio en Panamá”, precisó.
