Un nuevo caso de escopolamina se presentó en Bogotá. Todo ocurrió el sábado 6 de noviembre en horas de la mañana, cuando Cristian quiso llamar a un servicio de transporte para asistir a una cita médica. “Como fue imposible, cogí un taxi en la calle», comentó.
Apenas se subió, el conductor le ofreció alcohol para las manos y, a partir de ese momento, el pasajero perdió toda noción de la realidad. Sin saberlo estaba siendo drogado.
Despertó a las 11:30 de la mañana en su apartamento con una sensación de adormecimiento, descontrol. “Vi que todo estaba desordenado. Todos los cajones estaban abiertos y me habían robado mi celular”.
Así fue que pidió auxilio al señor de servicios generales, quien le prestó un minuto para llamar a un amigo. “Cuando fui al médico me dijeron que había sido drogado con escopolamina mezclada con otra sustancia. Duré en shock todo ese fin de semana”.
