Dulcilatto, el arequipe que se come acompañado de tradición

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Rescatando el legado de arequipe artesanal de su madre, David Álvarez emprende un proyecto que ofrece la combinación entre el dulce sabor del arequipe con el tradicional bizcocho de achira.

Por Angie Beltrán
Especial/24-7Semanario

Tradicional y distintivo dentro de la gastronomía de muchos países latinoamericanos, el arequipe, conocido también como dulce de leche, se ha posicionado dentro de la industria de los sabores sirviendo como complemento o materia prima de otras preparaciones. Así mismo en Colombia, éste es representativo y emblemático de varias regiones del país, desde donde se inventan y versifican sus formas, densidad, composición y acompañamiento, ocupando un lugar importante en el mercado de demanda directa y en términos económicos y sociales de los habitantes.

David Álvarez emprende un proyecto que ofrece la combinación entre el dulce sabor del arequipe con el tradicional bizcocho de achira.

Para la madre de David Eduardo Álvarez, el oficio de preparar arequipe de manera artesanal, era un proyecto informal que dejaba algunos pesos para salir de apuros o sólo una receta familiar para degustar en casa, sin saber que casi 25 años después, su hijo convertiría su proyecto en una micro empresa a la que llamó Dulcilatto, con amplias proyecciones y un valor agregado particular de la región huilense.

“Yo trabajo como Ingeniero Industrial, pero hace alrededor de dos años se me ocurrió retomar la receta artesanal de mi madre, esta vez, como una idea de negocio que se consolidó a raíz de la pandemia y con la iniciativa de darle identidad a la venta de este producto”, menciona David.

¡A comer arequipe con achiras!

Desde que inició su emprendimiento, David pensó siempre en adicionar elementos significativos a su producto principal, dando alternativas de éste a escoger por sus clientes, comercializarlo de a poco y posicionarlo en el mercado, entendiendo los retos y sacrificios que conlleva la implementación de un negocio en plena crisis sanitaria y social del país y del departamento.

“Luego de empezar a venderlo, surgió la pregunta de qué hacer para vender más puesto que es un producto que no se consume todos los días…” refiere el emprendedor, quién lanzó en respuesta a esto, el bizcocho de achira como elemento adicional para acompañar su arequipe artesanal, ubicándolo en un solo y ligero empaque de fácil consumo.

Y no estuvo de más el impulso que dio a su negocio, pues el consumo de lácteos y sus derivados son los primeros en la lista de la canasta familiar, y en el departamento del Huila muchos pobladores consumen el arequipe acompañado de achiras y otros alimentos, dándole razón al dicho “lo importante no es lo que se come, sino cómo se come”.

Dulce sabor de tradición

De este producto deleitoso, flácido y pegajoso, Delicatto ofrece dos formas diferentes de venderlo y consumirlo: uno, acompañado de bizcocho de achira, y dos, acompañado de mini obleas de la forma tradicional; y su proceso de preparación se realiza sin usar bicarbonato ni otro tipo de harinas para rendirlo, sino con ingredientes naturales mezclados con cuchara de madera al estilo de los abuelos, lo que es parte del secreto del sabor, color y aroma acaramelado del arequipe.

De acuerdo a esto, a pesar de las limitaciones y con el reto de poder encontrar materia prima que funcione en el proceso de preparación, ya que en el Huila sólo se puede comprar las achiras y la leche, y los demás ingredientes se deben comprar en otros lugares; la acogida del arequipe ha sido tal que las ventas se han extendido por fuera del departamento desde el inicio del emprendimiento.

David, ha sabido dejar en alto el legado cultural y gastronómico de su madre con su emprendimiento.

Visión del proyecto

David, ha sabido dejar en alto el legado cultural y gastronómico de su madre con su emprendimiento, pues a la fecha cuenta con 8 personas que aportan día a día al crecimiento empresarial, encargándose de los procesos de producción, fabricación y venta del producto desde el barrio los Andes de la ciudad de Neiva; y las ventas crecen cada día más a nivel nacional y local, gracias a la gestión por redes sociales y a la participación en eventos y ferias de promoción empresarial a las que han tenido la oportunidad de participar.

“Estamos en proceso de Certificación de Inspección Sanitaria – INVIMA, pues la proyección es, entre otras, distribuir el producto en almacenes de cadena y seguir creciendo como empresa”, concluye Álvarez, quien ofrece desde su casa un producto cuya historia conoce desde niño.

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