‘Huevos del campito’, un gusto al paladar
A pocos minutos de El Caguán, Camila y su esposo sacan adelante su emprendimiento rural de gallinas ponedoras. Lo que inició como una opción de alimento, se ha convertido en una pasión y en oportunidad de negocio.
Especial/24-7Semanario
La pandemia ha cambiado formas y estilos de vida y en el caso de Camila Valenzuela así sucedió. Ella, profesional en Mercadeo y Publicidad y su esposo Hermel Matteus, Administrador de Empresas, decidieron hace unos meses optar por la vida en el campo; ambos citadinos vivieron las duras y las maduras mientras adoptaban su nuevo estilo de vida.
Y a fe, que lo lograron. En muy poco tiempo la familia compuesta a su vez por su pequeño hijo Jacobo, no solo aprendió lo bello que es el campo sino que comenzó a cultivar sus propios alimentos.
Nace un emprendimiento
Lo de ‘Huevos del campito’, según cuenta Camila, surgió un día que un vecino de la vereda El Triunfo del corregimiento de El Caguán les ofreció para la venta unas gallinas ponedoras de avanzadita edad; tanto ella como su esposo pensaron inicialmente en la compra de las aves como una opción de alimento diario para el hogar pero de a poco se fueron entusiasmando en el tema e investigaron sobre la alimentación libre de químicos, sobre el pastoreo y muchas cosas más y el bienestar de las gallinas; de ahí en adelante, vinieron cosas adicionales como adecuar un galpón e indagar un poco más sobre las gallinas ponedoras.
El vender huevos surgió de los familiares de ambos que al probar lo producido por las gallinas comenzaron a pedir en ciertas cantidades y como en época de crisis hay que buscarle la conva al palo, tanto Camila y Hermel se aventuraron en el negocio e indagaron y se asesoraron.
De unos meses para acá, pasaron de tener 10 gallinas a 100.
Camila reconoce que el negocio no es fácil pero tampoco imposible de manejar. Lo primero que estudio fue saber qué tipo de enfermedades les dan a las aves, asimismo el tipo de galpón a utilizar y la temperatura del mismo; en fin todo un aprendizaje.
“Mi esposo hizo un sistema de tanque y goteo para que las gallinitas siempre cuenten con agua (…) los nidos son muy caseros y nada industrial para que ellas (las gallinas) se sientan en su ambiente natural” sostiene Camila.
Hoy, su emprendimiento rural de tipo casero, es secundado por su progenitora que convive con ellos y otros familiares que se ponen el overol a la hora de trabajar e inmiscuirse en el negocio.
“Cada uno ha puesto un granito de arena en la elaboración de este proyecto, pero lo quienes estamos al frente somos mi esposo y yo y el pequeño Jacobo que a sus cuatro años ayuda con las labores de recogida de huevos y cuidado de las gallinas”
A vender se dijo
Si Dios lo permite, ya esta semana el emprendimiento de Camila Valenzuela comienza su despegue oficial; ella reconoce que todo ha sido un proceso y en el mismo hay que tener paciencia.
“Nuestras gallinas en estos momentos solo tienen 22 semanas así que las primeras entregas serán con unos huevos muy pequeños pero con la garantía de cero químicos y un producto totalmente natural; son alimentadas con maíz, soya, trigo, calcio y muchas maticas verdes, es por ello que los invitamos a que nos apoyen y se animen a consumir ‘Huevos del campito’ naturalmente sanos” sostiene.
Precios asequibles
Para Camila, una mujer profesional en Mercadeo y Ventas, su profesión es su pasión y es por ello que lo aprendido en la universidad lo aplica a su emprendimiento. Como empresaria, señala que el producto de sus gallinas es a un precio asequible toda vez que reconoce que el tamaño de los huevos por ser de primera postura así lo requiere.
“En estos momentos el flan de huevos tiene un costo de 15 mil pesos” indica y añade que en poco tiempo espera tener el concurso de artesanos de la región para comercializar su producto y hacer la entrega con un canastico para recordar con ello la época en la que en otrora en la cocina se encontraban los huevos encima de la nevera o suspendidos de una cuerda.
Claro está que en su mente también roda la idea de empacarlos en bolsitas de papel biodegradable y con lo cual le daría un toque diferencial a su producto ‘Huevos del campito’.
“Vamos despacio pero con la idea de proyectarnos de avícola pequeña a una más grande (…) por ahora estamos arrancando con las mejores energías pero sin dejar de lado la calidad del producto y el bienestar de las gallinas que es lo más importante”
Quienes deseen apoyar este emprendimiento pueden consultar a través de las redes sociales a ‘Huevos del campito’ allí, les brindarán la mejor atención y de seguro que este producto del campo, estará servido cada mañana en su mesa.