Hoy, Día Mundial de la Trombosis

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1 de cada 4 personas en todo el mundo muere por afecciones causadas por trombosis

En el marco del Día Mundial de la Trombosis, la ISTH, busca disminuir la muerte y discapacidad ocasionada por la enfermedad. Por tal motivo, hace un llamado a tomar conciencia mundial sobre la patología, reconociendo sus causas, factores de riesgo, signos o síntomas, y la importancia de la prevención y el manejo científico.

Para la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia, la trombosis es la formación de un coágulo de sangre en un vaso sanguíneo, que puede ser cualquier vena o arteria. Un coágulo puede enlentecer o bloquear el flujo sanguíneo normal e incluso liberarse y viajar a un órgano. Es importante reconocer que el coágulo en sí se denomina trombo y un coágulo que viaja en la circulación se llama embolia.

De igual manera, esta entidad indica que “la trombosis es la patología subyacente a menudo prevenible de ataque cardíaco, accidente cerebrovascular tromboembólico y tromboembolismo venoso (TEV), los tres principales riesgos cardiovasculares”.

1 de cada 4 personas en todo el mundo muere por afecciones causadas por trombosis.

El doctor Gilberto Castillo, especialista en Medicina Interna y Cardiología del Centro Médico Imbanaco, determina que “uno de los principales riesgos de la trombosis venosa profunda en las venas de las piernas es que ese coágulo de sangre viaje desde la vena de la pierna hasta el pulmón y produzca un tromboembolismo pulmonar. El tromboembolismo pulmonar se asocia con un porcentaje alto de muertes y a largo plazo en las personas que no fallecen, puede desencadenar hipertensión pulmonar, algo que genera limitación para los pacientes, pues se presenta ahogo, asfixia, compromete en sí su estado general”.

Así mismo, el especialista afirma que “para la trombosis venosa profunda o para el tromboembolismo pulmonar normalmente lo más importante es el control adecuado de la enfermedad para definir la duración de la terapia anticoagulante”.

Fibrilación auricular

La Fibrilación Auricular,  es la arritmia cardíaca más frecuente y su prevalencia aumenta con la edad, la mayoría de los pacientes con fibrilación auricular tienen una edad superior a 65 años.

Esta patología suele manifestarse con mayor frecuencia en los hombres y es un padecimiento que duplica la tasa de muerte, los accidentes cerebrovasculares, los episodios tromboembólicos, la insuficiencia cardiaca, entre otros.

“De todas las arritmias crónicas, la FA es la más frecuente de todas, normalmente afecta el 1% de la población general, pero es una arritmia que se vuelve mucho más frecuente entre más edad tenga la persona, a tal punto que, si analizamos solamente las personas mayores de 80 años, más o menos 1 de cada 10 va a sufrir de fibrilación auricular”, así lo advierte el doctor Castillo.

Destaca el especialista que “los pacientes diagnosticados con FA pueden formar trombos o coágulos de sangre dentro del lado izquierdo del corazón, que posteriormente salen expulsados pudiendo llegar a la circulación cerebral, lo que genera una obstrucción y produce un infarto cerebral, que es lo que la gente también conoce como trombosis cerebral”.

Aprenda a cuidar su enfermedad

La Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia determina que “los coágulos pueden afectar a cualquier persona, independientemente de su ubicación, edad, origen étnico o raza. Lo más importante que puede hacer para protegerse de un coágulo sanguíneo que pone en peligro la vida es saber si está en riesgo”. Por tal motivo es fundamental reconocer que “la trombosis venosa profunda y la embolia pulmonar son afecciones graves y potencialmente mortales que requieren atención médica inmediata. El tratamiento puede variar según el paciente, pero generalmente incluye medicamentos anticoagulantes para romper los coágulos y evitar que se formen nuevos”.

El doctor Gilberto Castillo afirma que “no todos los pacientes que sufren una trombosis venosa profunda o un tromboembolismo pulmonar van a quedar anticoagulados por el mismo tiempo, depende de muchos factores, entre ellos si el paciente ha presentado con anterioridad eventos de trombosis y/o si el cuadro de trombosis se asocia con algún factor de riesgo”.

En el caso de los pacientes con FA, “el punto más importante tiene que ver con la no suspensión de las terapias anticoagulantes, estas son parte del tratamiento de la enfermedad, así como el control adecuado del ritmo o la frecuencia cardiaca en el paciente cardiovascular”, concluye el especialista en Medicina Interna y Cardiología del Centro Médico Imbanaco.

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