El mejor uso que podemos darle a los guantes es no usarlos: Miguel Bayona

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El uso de guantes en estos días de pandemia genera un poco de tranquilidad para reducir el riesgo del coronavirus,  pues muchas personas  prefieren usarlos todo el día para realizar sus labores mientas están afueras de sus casas  y este en las farmacias ya se empezó a escasear.

 Si bien, la  la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reiterado que el lavado recurrente de las manos con agua y jabón es el método más efectivo para combatir el COVID-19, el uso de los guantes no es que sea muy bueno.

El doctor Miguel Andrés Bayona Ospina, especialista en cuidados paliativos y pediátricos, recomienda que el mejor uso que podemos darle a los guantes es no usarlos. “Este virus entra por vía respiratoria, por eso, la insistencia en el lavado de manos. Después de toser o estornudar el virus cae en las superficies, uno toca esas superficies y sin darse cuenta se toca la cara (ojos, nariz y boca) y allí se contagia”.

El uso de guantes puede aumentar el riesgo de contagio por el mal uso que se lleve. Al tocar las superficies con los guantes da una falsa seguridad de protección porque primero podemos contagiarnos al tocar esas superficies y segundo vas moviendo el virus a otras superficies que no estaban contaminadas. El especialista comenta que para evitar que nos contagiemos debemos: mantener la distancia entre nosotros (2 metros), el uso de tapabocas permanente, y el lavado de manos cada dos a tres horas.

Unas recomendaciones para tener en  cuenta  
  • Dejar de tocarse la cara con las manos puede significar para algunos un reto personal, puede ser por un tic nervioso o algo involuntario. Existen algunas pautas que podemos tener en cuenta para evitar tocarnos la cara y de esa forma impedir la propagación del virus.
  • Lo primero que debes tener en cuenta es contar las veces que te llevas las manos a la cara. Solo así podrás tomar conciencia de este hábito y modificarlo. Es importante analizar la situación y tenemos que identificar ese motivo.
  • Mantén las manos ocupadas con pelotas o juguetes antiestrés, los cuales son muy útiles para concentrar la atención en tus dedos y evitar que te toques la cara, asegúrate de desinfectarlo con frecuencia.
  • En algunos casos, una de las principales razones por la que las manos entran en contacto con el rostro es porque el pelo cae sobre nuestro rostro y debemos retirarlo. Procura peinarlo de tal forma que no esté demasiado cerca de ojos, nariz y boca.
  • Practica la relajación enfocada en respiraciones largas, lentas y profundas que ayuden a eliminar las tensiones de los músculos.
  • Cuando notes que te pican los ojos o la nariz, piensa en otra área que puedas tocar, convencerás a tu cerebro de que el picor debe desaparecer y así será.

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